Destellos divinos en el restaurante madrileño La Bien Aparecida.
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Las connotaciones religiosas han marcado las directrices del proyecto. A la potente imagen iconográfica de la Virgen se añade la distribución arquitectónica del local, de espacios pequeños y separados por grandes muros de carga.
Todo ello ha llevado al estudio a proponer un espacio con múltiples guiños a elementos eclesiásticos como nervaduras de los techos de las naves, disposición de los bancos, altares de piedra, confesionarios y las coronas de la Virgen. Este último elemento es uno de los más característicos del local. Son coronas doradas realizadas con distintos elementos de cubertería.
También sobresalen unas nervaduras de madera de pino que reproducen los trazos de techos abovedados y bajan hasta el suelo potenciando la verticalidad de los espacios.
La presencia de gruesos muros en el local, además de recordar una iglesia, evoca también espacios gastronómicos tipo tabernas donde la simplicidad, austeridad y la naturaleza de los materiales dejan protagonismo a la comida y su abundancia en la mesa.
Una de las decisiones más importantes ha sido la de mantener las paredes enyesadas que presentaba el local al inicio de la reforma para reforzar la idea de austeridad y simplicidad.
La madera de roble, muy presente en suelos, arrimaderos y mobiliario luce al natural, en tablones macizos que dotan al espacio de peso y calidez. Del mismo modo, las mesas comunitarias aportan el carácter de taberna clásica.
Al igual que la abundancia de madera aporta calidez, el estudio de la luz ha sido muy importante para aportar al ambiente una atmósfera doméstica y natural.
El restaurante se organiza en tres niveles. El acceso se produce en un nivel intermedio a pie de calle mediante un pequeño vestíbulo a doble altura que funciona como recepción con un pedestal de piedra.
Una escalera de madera conduce a planta primera. En este nivel se encuentran dos salones, el bar y los aseos. Con el propósito de crear un núcleo de actividad se planteó el bar como un único elemento central a modo de mesa-barra de piedra negra donde comensales y camareros compartieran actividad frente a una estantería de madera para la exposición de los licores y vinos, todo semiculto por unas puertas correderas de madera troquelada a modo de confesionario.
Los aseos al final de esta planta juegan con el mismo cerramiento troquelado del bar y con un gran pedestal de piedra blanca que sirve de lavabo.
En la planta inferior se sitúa un tercer salón, más privado, donde se ha mantenido el techo abovedado original del edificio así como la cocina y el resto de zonas de servicio.
Las premisas gastronómicas de trabajar con productos de primera calidad, cocinados con ideas y técnicas contemporáneas pero sin perder el encanto del sabor tradicional, servidos en fuentes generosas y compartidas que nos remiten a la comida abundante y hogareña, han sido otra fuente de inspiración principal para este proyecto.
La Bien Aparecida
Jorge Juan, 8
Madrid
Tel. 91 159 39 39