Malmö Live: una casa para la ciudad.
El punto de partida para el diseño del edificio ha sido la tradición arquitectónica escandinava moderna, que se basa en una organización clara y funcional. Desde su inauguración, el pasado mes de mayo, el edificio se ha convertido en un punto de referencia para Malmö, ofreciendo un espacio que trata de reflejar el espíritu de la ciudad.
La idea era crear una «casa para la ciudad» que contribuya a mejorar la vida urbana ya existente. El entorno arquitectónico ha inspirado a los arquitectos en la elección de los materiales y colores, así como en la escala de los diferentes cuerpos, sin embargo, el propio diseño del edificio mira hacia el futuro.
El conjunto se compone de diferentes volúmenes prismáticos girados que se maclan y toman su dirección y altura de los edificios que los rodean. Las fachadas están diseñadas con una expresión homogénea que trata de dar a la composición la apariencia de una escultura arquitectónica.
El caracter abierto y accesible de la planta baja es una de las claves del proyecto. La entrada principal se encuentra en la zona norte del edificio, frente a una plaza y cuenta con una loggia de inspiración clásica para organizar el acceso.
Desde el sur, los visitantes entran en el edificio directamente desde el paseo a lo largo del canal.
Las diferentes funciones del edificio se organizan a través de elementos separados, que recuerdan a una pequeña ciudad. El vestíbulo se convierte en la calle, que se extiende a través de toda la planta baja y comunica todo.
Al igual que en las ciudades medievales, en las que callejuelas curvadas y estrechas se organizan alrededor de plazas, el vestíbulo está diseñado para formar pequeños lugares de reunión en los que los visitantes pueden parar, sentarse y disfrutar de las vistas del canal y el parque.
La estrategia de los arquitectos ha sido fragmentar la masa del edificio en entidades más pequeñas que interactuen con el contexto. Los volúmenes claramente definidos también crean una jerarquía en la forma en que se percibe el edificio. Diferentes espacios públicos se crean alrededor de él y de las construcciones circundantes, como una pista de patinaje, una pantalla gigante para contemplar eventos, un sendero hacia el parque, un nuevo paseo por el canal hacia el sur y dos grandes terrazas de madera que lo conectan con el agua.
En la sala de conciertos, el lenguaje cambia. La sala es un espacio íntimo revestido con roble y bronce. Se ha dado mucha importancia a la acústica, tratando de que el espectador se sienta como si estuviera en el interior de un instrumento.
El resultado es una composición de elementos cúbicos, en los que cada superficie tiene un ángulo y un tamaño en función de la acústica. La iluminación está integrada en los muros, con diferentes efectos dependiendo de la obra que se toque.
Fotografías: Adam Mørk
Malmö Live
Dag Hammarskjölds torg 4,
211 18 Malmö, Suecia