Chocolate Grotesque: 3D printing y tipografía… para chuparse los dedos.
Jugar con la tipografía es algo que parece estar en el ADN de cualquier diseñador gráfico. De todas las maneras posibles. Y eso es lo que propone el joven estudiante de diseño Peter Roden, que ha decidido alejarse un poco de los estudios este año y sumergirse en la industria para aplicar sus conocimientos y pasión por la letra. Chocolate Grotesque ha sido el resultado.
Chocolate Grotesque surge gracias al hallazgo de una fuente tipográfica desgastada y sin nombre, encontrada en un libro de tipos. Roden decidió devolver la vida a esta fuente, para su uso personal y además aportándole un extra de lo más original. Por ello, se ha convertido en una tableta de chocolate única, que imita a una serie de tipos de impresión. Para producirla, ha utilizado la tecnología de impresión 3D: una pieza única de resina como molde deseado, moldeada en silicona y rellenada con el cacao fundido.
El envoltorio está impreso a mano a partir de placas de metal, para conseguir la estética de una muestra de impresión original. La más deliciosa tarjeta de presentación de este joven talento, para plasmar sus propios intereses a partir de tarjetas de chocolate, de edición limitada.