d-espacio: el nuevo concept store ‘nórdico’ está en Chueca.
Su presencia ha revitalizado la calle, ya que el local, que hace esquina, con cinco ventanales, llevaba 20 años cerrado.
La reforma se ha planteado con el fin de optimizar los recursos del local, del producto y de conseguir la máxima versatilidad posible en todos los aspectos, aprovechando bien todo el volumen como espacio expositivo, con el mínimo coste, con aspecto austero y en un plazo de tiempo muy corto, escasos dos meses.
Todo está pensado para que se pueda cambiar de sitio sin complicaciones en cualquier momento, los muebles, los burros, el producto… Las paredes, por ejemplo, están forradas con una rejilla metálica para facilitar la colocación de los diferentes artículos, sin tener que hacer taladros.
En el techo, para aprovechar la altura del local de 4m, una estructura suspendida del forjado, recorre todo el local para poder colgar de ella con libertad los burros, las lámparas, los maniquíes y demás objetos. Los burros están suspendidos de esta estructura, mediante poleas, mosquetones y cuerdas de escalada, de manera que se pueden subir y bajar según las necesidades.
Los muebles de hierro y madera, simplificados al máximo y pintados de gris, recuerdan a los muebles industriales, con ruedas, para poder variar la disposición general del espacio regularmente, pueden formar un paquete todos ellos si se concentran en el espacio central o dispersarse por todo el local.
Un banco recorre el perímetro de la tienda, de forma intermitente, dejando libres dos de los 5 escaparates, y termina en un graderío hecho a medida para colocar los Freitag, los bolsos reciclados suizos, una de las marcas ‘buque insignia’ de despacio.
Todo el almacenaje de producto, se soluciona con unos carritos de rejilla, que se guardan debajo de estos bancos.
El mostrador ocupa un gran espacio en el centro de la tienda para poder controlar desde él todo el espacio comercial. Queda delimitado por dos muebles contenedores que sirven a la vez de expositor y por el muro que divide el local, en el que se tuvieron que abrir 3 huecos para poder conseguir la visión completa del espacio.
En el suelo se ha reutilizado el terrazo original donde había y donde no había, se ha hecho un cemento blanco fratasado in situ que combina perfectamente con el terrazo estilo muy seventies y con el aire industrial, y en las paredes se ha dejado el yeso en bruto sin alisar y sin pintar, como medida de ahorro y para hacer hincapié en la austeridad que se pretendía mostrar.
La iluminación, siguiendo con los principios de versatilidad y austeridad, se han utilizado plafones fluorescentes de garaje, suspendidos que juegan con la retícula de la estructura del techo.
Y por si la tienda te pilla lejos, puedes comprar sus productos en su e-shop www.d-espacio.es
Fotografías: © Falkwyn de Goyeneche
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