El tiempo pasa, y el cristal sigue eterno. Bien lo sabe Lobmeyr.

El cristal, para Lobmeyr, no tiene tiempo ni edad, es simplemente un material precioso que saben trabajar con una experiencia que ya acumulan 5 generaciones de esta empresa familiar. Su fábrica-taller es un maravilloso lugar en el centro de la capital austríaca, con un patio interior lleno de vegetación, y un edificio clásico en disposición perimetral que todavía conserva la misma distribución interior con la que fue creado.

Pequeñas habitaciones distribuidas laberínticamente acumulan máquinas, stock, herramientas, componentes, maquinaria, dibujos con instrucciones, diseños hechos a mano y algún que otro ‘cachivache’ difícil de clasificar. Entre todo ello, artesanos -algunos de ellos sorprendentemente jóvenes- trabajan el cristal con técnicas delicadas y manos de oro. El maravilloso caos aparente que reina en la fábrica es casi tan poético como la tranquilidad que reina en el lugar.

En el centro de la ciudad, el showroom de Lobmeyr expone también las piezas mezcladas de un modo atemporal. Podemos ver desde un Chandelier sixties que se creó para el Met de Nueva York, hasta cristalerías diseñadas por Josef Hoffman -creador de los talleres vieneses Wiener Werkstätte. Todo junto, porque todo es lo mismo, diseño en cristal. No hay otra manera de pensar en Lobmeyr.

Algunas piezas maestras del diseño moderno del siglo XX

Hoffmann creó más piezas para Lobmeyr, que siguen en su colección, desde candelabros Art Decó hasta jarrones de formas sorprendentes para sus tiempos.

El juego de bar que el arquitecto Adolf Loos creó para la casa vienesa, hoy en día todavía una de las colecciones más codiciadas, se adelantó a su tiempo tanto en el concepto como en la forma. Los vasos de cristal ‘limpio’ tienen una base hecha de líneas grabadas y pulidas en mate a mano. Es otro clásico Lobmeyr desde 1931.

Los candelabros para el Metropolitan de New York -ideados por Hans Harald Rath 1966- fueron uno de los proyectos más importantes de los años ’60, y uno de los diseños más significativos del siglo XX. El Met Chandelier no es sólo sinónimo de Lobmeyr; su rompedor diseño en la época lo convirtió en la inspiración para muchos objetos de aquellos años. 

Llega el siglo XXI a Lobmeyr

Para celebrar el 80 aniversario del juego de bar de Loos, del 2011 al 2103 el diseñador gráfico Stefan Sagmeister creó el Drinking set no.248 Sagmeister on Loos. Unas imágenes de inspiración casi ‘neopunk’ en blanco y negro fueron incrustadas al fondo del los vasos de Loos, representando los Siete Pecados Capitales y las Siete Virtudes Celestiales. Ciertamente, un diseño radical y lleno de significado contemporáneo.

Studio Formafantasma ha diseñado un refinado juego de vasos de cristal -The Alphabet- compuesto por 12 piezas de vino y agua. La colección destaca el placer de la diversidad y juega a la vez con las reglas del arte de arreglar la mesa. Los prototipos fueron diseñados para una instalación en el MAK Museum de Viena en 2013. Cada uno de los vasos está grabado con un dibujo singular, tomado de los archivos de Lobmeyr, según diferentes estilos de disponer las piezas en la mesa. Los pequeños dibujos son una ‘miniatura de palabras milagrosas’  e incluyen plantas, animales, y otras curiosidades como un bouquet de flores artificiales hechos de alas de mariposas. El concepto y el diseño de la colección ha sido obra del dúo experimental del estudio Formafantasm -Andrea Trimarchi y Simone Farresin- y fue presentado durante la semana de la Feria del mueble de Milán.

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Este ha sido un repaso por algunas de las piezas más singulares del esta increíble firma vienesa, Lobmeyr. Descubre más en su web y su catálogo www.lobmeyr.at

Imágenes cortesía de Lobmyer