La arquitectura islámica inspira la rehabilitación de un palacete histórico situado en Madrid.
Este ‘patio’ se extiende desde la entrada principal en planta baja hasta el distribuidor de la última planta.
El elemento unificador que le da su identidad es un revestimiento continuo a modo de piel con distintos grados de perforaciones y relieves que crea una superficie texturada, desarrollada en colaboración con el escultor neoyorkino Stephen Schaum. Esta superficie tratada continúa delante de puertas y ventanas graduando su opacidad y densidad según la privacidad requerida.
Todas las estancias principales de la vivienda están conectadas por el espacio central. La luz cenital de un lucernario ilumina las escaleras y se filtra a través de las superficies perforadas.
La vivienda se ventila verticalmente abriendo el lucernario y las puertas de planta baja, dejando que el aire fresco y húmedo del jardín y piscina refresque los pisos superiores.
Las contraventanas perforadas controlan el caudal de ventilación y protegen de sol. Con un programa informático se generaron los patrones de hexágonos, personalizados para cada zona de la casa, en una fusión entre arquitectura y proceso artístico. Con este programa se realizaron pruebas según la permeabilidad deseada en cada superficie, y se entregaron los archivos al fabricante para la producción con una máquina de control numérico.
El resultado es una reinterpretación de la arquitectura islámica usando nuevas tecnologías y materiales.