Buenas vibraciones en el nuevo local Buenas Migas, proyectado por Sandra Tarruella.
El encargo pedía que este nuevo local se abriera a la plaza Universidad donde su ubica y que invitase a entrar. Para ello, Sandra Tarruella ha creado la ilusión de un ambiente exterior tipo porche, con vegetación, basado en una reinterpretación de la terraza como concepto típicamente exterior del paisaje barcelonés.
Este espacio de transición toma elementos típicos de estas terrazas -como las macetas, las barandillas de hierro y la rasilla en espiga- y los aplica en uno de los paramentos verticales, permitiendo la libre distribución de bancos corridos de hormigón con cojines y mesas de exterior. También en él aparecen las butacas Torres Clavé, de Mobles 114, como elemento característico de todos los locales Buenas Migas.
La pared opuesta, en cambio, se ha revestido con un mural tipo puzle de lamas de madera de pino con distintos anchos y modulaciones, que aporta calidez al espacio. El cerramiento interior es una carpintería de acero galvanizado que recuerda a la de los invernaderos y que se puede abrir totalmente para difuminar los límites entre interior y exterior.
Una vez en el interior, el local de gran altura y techos antiguos pintados en color blanco neutro, se hace eco de los paramentos exteriores en ambos laterales. El mostrador se sitúa junto al acceso y delante de un juego de volúmenes revestidos en tonos de blancos rotos y azulados, que esconden la cocina.
El revestimiento de rasilla pintada y las barras horizontales de hierro que nacen de la idea de las barandillas donde se cuelgan las macetas, sirven también como telón de fondo del mostrador y permiten colgar cajas de contrachapado y formica, de distintos tonos azulados, elementos que sirven de apoyo de todo el producto y packaging.
En la pared opuesta, el revestimiento de lamas de madera, como si fueran pallets, avanza hacia el final del local, sirviendo como nexo del espacio y escondiendo el material acústico. Esta estructura sirve también como soporte de mesas altas y bajas, equipadas con sillas Doll de Billiani.
El mostrador en “L”, diseño del propio cliente, se presenta como un elemento muy transparente de vidrio y estructura de latón. Sobre él, unas lámparas suspendidas modelo Bufferlamp, de Pols Potten, refuerzan una iluminación cálida y potencian la estética Buenas Migas, al ser un elemento característico de todos sus locales.
El fondo del local se abre para crear un comedor más amplio, presidido por una mesa comunitaria de madera recuperada equipada con las mismas lámparas que encontramos en el mostrador, así como bancos corridos apoyados sobre la pared de madera, que sirve de respaldo. Sobre los bancos, unos originales cojines de punto de Knit Studio, de varios colores. Estos elementos artesanales y los sobres de las mesas, de vidrios pintados de azules o rosados, refuerzan la idea de espacio acogedor a la vez que sofisticado.
La pared del fondo del local se ha diseñado con la intención de crear la falsa ilusión de ventana; se trata de de un panel de pergamino y madera de pino retroiluminado, que aporta luz y profundidad al local.
Por ultimo, los baños vuelven a incorporar la idea de la rasilla en espiga, esta vez, con un acabado vitrificado sobre el que discurre un lavabo recuperado de mármol. Los inodoros se cierran en unas cabinas creadas a partir de la modulación de las lamas de madera de pino que encontramos en el resto del local.
Fotos de Meritxell Arjalaguer, cortesía de Estudio Sandra Tarruella y Buenas Migas.
Buenas Migas Plaza Universidad, 1 08007 Barcelona Tel. 93 454 46 32 Lunes a domingo, de 8h a 24h www.buenasmigas.com
Sandra Tarruella Carrer Madrazo, 83 08006 Barcelona Tel. 93 362 22 64 www.sandratarruella.com
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