Peter Zumthor abre al público su refugio en Suiza.
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Las viviendas son todo lo que uno podría esperar de este arquitecto, distinguido por unos proyectos integrados con el entorno y realizados con el mimo de quien se deja llevar siempre por su pasión. Cálidas y contemporáneas son los adjetivos que mejor se ajustan a estas cabañas hechas de madera, un material que es la seña de identidad de Zumthor (antes de arquitecto fue ebanista) y de la pequeña aldea situada en las montañas.
La historia empezó hace tres años, cuando el arquitecto construyó dos casas (llamadas Oberhus y Unterhus) siguiendo el sueño de su esposa Annalisa de vivir en una casa de madera. “Mientras ella me hablaba, me vino la imagen de una casa íntima en las montañas”, ha contado el ganador del premio Pritzker en 2009. “No recuerdo lo que ella dijo, pero lo que describió era especial, algo que sólo encuentras en una casa de madera sólida”. Ahora él y su esposa mantienen la Oberhous como su residencia y han dejado la otra, más otra que están construyendo, como negocio.
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La arquitectura de las casas es muy local: techos a dos aguas, baños acabados con teca, y terrazas para disfrutar de las vistas al fresco cuando el tiempo lo permite. Pero lo que las diferencia del resto son los ventanales que discurren desde el suelo hasta el techo, un formato poco habitual en este tipo de construcciones. El resultado son grandes vistas panorámicas y una presencia sólida de la madera “que brilla generosa y suavemente en la luz”, ha dicho.
Las tres cabañas se dividen en tres plantas. La Unterhus, con 150 m2, dispone de cinco habitaciones. La nueva casa, que se llamará Türmlihus y contará con 128 m2, solo tendrá cuatro pero, a cambio, dispondrá de una pequeña sauna.
Las casas están completamente equipadas. El mobiliario se distingue por su minimalismo y por contar con piezas de diseño de Antonio Citterio, Rodolfo Dordoni, Warren Platner, Eero Saarinen o el mismo Zumthor. Estas piezas, por cierto, aportan el colorido entre tanta madera.
Cuentan también con estufas de leña, conexión a Internet, televisión, camas King size, un set para fondue y máquinas de café italianas para que la estancia sea lo más confortable posible. También disponen de material de montaña para esquiar y practicar senderismo. El refugio, por cierto, está cerca de los baños termales de Vals, diseñados precisamente por Zumthor.
Los interesados podéis obtener más información en Zumthor Vacation Homes.
Fotografías: Ralph Feiner