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Elena Minguela
23 noviembre 2012

Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos: un gigantesco taller de artista obra de Primitivo González.

El nuevo edificio para la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos debía ser, según el estudio de arquitectura Primitivo González, una "obra de carácter". El lugar del que deben salir los nuevos artistas y diseñadores de Castilla y León es un gran taller donde el trabajo manual cobra vida.

Ese “carácter” debía estar presente, ser el edificio. Cada área funcionalmente debe estar diferenciada, pero el alumno debería conocer todas las actividades del centro, lo que se “cuece” en cada taller. Para ello se ha buscado la máxima apertura visual, como parte importante del proceso de aprendizaje y conocimiento.

El edificio, situado en el interior de una manzana de bloques de viviendas, recoge la geometría del lugar. Un cuerpo bajo, de una planta, sigue la forma de la parcela. Sobre él un cuerpo que incorpora el espacio de acceso, vestíbulo y sala de actos, se dibuja con geometría ortogonal.

Bien diferenciados por colores, la planta baja es de ladrillo negro, y en ella se localizan los talleres. En el cuerpo superior, una caja de azul intenso, se encuentran las aulas teóricas.

 

El conjunto se dibuja sobre una trama modular, alternando espacios docentes y patios, articulados en un esquema sencillo guiado por dos pasillos longitudinales unidos por otros ortogonales y núcleos verticales que definen una trama formando un anillo de circulaciones que permite una óptima relación de todos los elementos.

 

 

El programa reserva escaso espacio para áreas sin uso específico. En el aprendizaje del arte, el intercambio personal, las relaciones, la información no reglada es parte vital del proceso de maduración. Es necesario un espacio donde esto se pueda producir. Para esta función se ha escogido el vestíbulo, que incluye una pequeña zona de descanso, con máquinas de bebidas, abierta a la calle. El salón de actos se dispone como prolongación de éste, con la posibilidad de integrarse, con un tabique móvil. Su dimensión permitirá exposiciones, debates, desfiles de moda…

 

De cara a la calle, se ha dispuesto un espacio acristalado a modo de escaparate en el que el centro podrá presentar sus resultados, sus actividades a la ciudad, y que también sirve de elemento de intercambio de información entre los alumnos.

El edificio quiere estar abierto a la imaginación del usuario, posibilitar cierto dinamismo. La Escuela será lo que su “comunidad” de usuarios quiera que llegue a ser, un papel en blanco abierto a la creatividad de los alumnos y profesores. Para ello se ha sistematizado la estructura de hormigón, de carácter modular. Se ha querido que las adaptaciones futuras sean sencillas, para la evolución de los programas de enseñanza gracias a las tecnologías.

En el semisótano, posibilitado gracias al hecho de que la parcela está a una cota inferior a la de la urbanización, se encuentra el garaje de coches y bicis, pero eventualmente podría acoger otras acciones en momentos puntuales.

Fotografías: FG+SG (color), Ricardo González (blanco y negro), Paisajes Españoles (fotografía aérea)

Más sobre los arquitectos en su web www.primitivogonzalez.com

 

 

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