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Redacción
20 abril 2012

Reconversión de las instalaciones de la Expo Zaragoza 2008 en la Nueva Ciudad de la Justicia.

El Estudio Lamela es el autor de este proyecto de reconversión de los edificios utilizados por los países participantes y las comunidades autónomas durante la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008, en un moderno centro con zonas comerciales y numerosos servicios.

La transformación proyectada gira en torno al tema de la Expo 2008, “Agua y Desarrollo Sostenible”, y ha tratado de minimizar la inversión posterior y conseguir el mayor reciclaje posible.

Uno de los retos más importantes ha sido la dificultad que planteaba la reutilización de unos edificios diseñados para responder a las necesidades propias de los pabellones expositivos, aunque se concibieran de una forma flexible para poder adaptarse a la futura demanda de usos comerciales y de oficinas.

De esta forma, la propuesta de este estudio madrileño crea una serie de patios y de pasillos internos, que favorecen la iluminación natural y el movimiento de personas en el edificio de la exposición internacional o edificio soporte, que posee una profundidad considerable.

La solución presentada para los 164.180 m2 de superficie juega con un conjunto de volúmenes que, manteniendo la coherencia con su función, proyecta color y dinamismo al exterior mediante un filtro variable que se adapta a las distintas partes de los edificios, protegiendo, matizando y enriqueciendo las relaciones del interior con su entorno.

La fachada se compone de dos partes: una interior de perfiles modulares que integran partes opacas de aluminio en petos y transparentes con huecos practicables, y la otra exterior de lamas metálicas. Esta doble piel aporta reflejos que ayudan a disolver el edificio con el entorno, a la vez que crea un juego de superposiciones entre lo neutro de la capa interior y el color de la exterior. El diseño del tratamiento de las fachadas se ha hecho según su orientación, y con este sistema se consigue además un gran ahorro en el tiempo requerido para su instalación.

Partiendo del concepto mantenido en el edificio soporte, en el que se tenía una especial atención en la percepción de los edificios desde otras cubiertas, se ha enfatizado este hecho con la inclusión de zonas pavimentadas y pérgolas al sur. Se ha buscado la transformación de las cubiertas en espacios útiles y agradables al usuario, desde los que se pueda ver desde lo alto el río y parte de la ciudad que las rodea.

Los acabados de las oficinas se plantean con calidad media, contando con lo necesario para que cualquier empresa una vez terminada la obra, se pueda instalar encargándose ella misma de la tabiquería móvil, el mobiliario, etc.

Reportaje de Aranza Álvarez. Fotografías: Daniel Schäfer

 

 

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