La Nave 15 de Matadero, creada por Langarita-Navarro para la Red Bull Music Academy, reanuda la actividad.
Foto Miguel de Guzmán
El exitoso resultado, tanto del proyecto y como del evento musical, consiguieron que el espacio de Langarita-Navarro continuara su andadura: denominada ahora como La Nave de Música de Matadero Madrid, el espacio de 4.000 m2 reabrirá sus puertas mañana jueves 23 de febrero. La que fue sede de la Red Bull Music Academy 2011 volverá a acoger a artistas, productores, sesiones de estudio, conciertos y un gran número de actividades relacionadas con la música en el Red Bull Studio.
Foto Luis Díaz Díaz
El proyecto de La Nave 15, la Nave de la Música:
Con sólo cinco meses para el desarrollo, la Nave 15 de Matadero Madrid fue elegido el lugar idóneo y además se aprovechó la celeridad de este proyecto para poner en marcha otro aún más ambicioso: la Nave de la Música, dedicada específicamente a la creación e investigación sonora.
Foto Miguel de Guzmán
Es por ello que los arquitectos, María Langarita y Víctor Navarro, consideran que «en muchos sentidos este es un proyecto que comparte la lógica de una matrioshka. No sólo en el sentido físico más literal, en el que uno queda incorporado en otro, sino también en un sentido temporal, en el que uno se da dentro de otro«.
La Nave 15 de Matadero es un espacio diáfano de unos 4.700 m2, abierto al exterior, de estructura metálica y fachada de ladrillo. Como todo el recinto de Matadero Madrid, es patrimonio protegido.
Foto Luis Díaz Díaz
Partiendo de la premisa de no actuar sobre la nave, dejándola tal y como estaba previamente a la intervención, el encargo pasaba por crear una infraestructura que fuese capaz, además de responder a necesidades técnicas y acústicas precisas, de acelerar, favorecer y enriquecer una serie de relaciones artísticas muy intensas que se iban a dar entre los músicos participantes, y a su vez añadir una envolvente o un escenario donde todo esto iba a ser registrado y archivado.
Foto Estudio Langarita-Navarro
Foto Miguel de Guzmán
Foto Luis Díaz Díaz
Foto Luis Díaz Díaz
La organización del programa determinaba una configuración específica agrupada en cuatro partes: zona de oficinas, estudios para músicos, estudio de grabación y una zona de conferencias, radio y lounge. Se buscaron sistemas constructivos y espaciales que permitieran la reconfiguración de los espacios para programas futuros.
Las actuaciones más “pesadas” se han pensado para ser reversibles y que permitieran un fácil reciclaje en el futuro. Es el caso, por ejemplo, de la solución de los sacos terreros para los muros de las salas de grabación, o la plantación de las especies en macetas para su futuro transplante a otros espacios de Matadero o de la ciudad.
Como resultado, el proyecto se despliega en el interior de la nave como una estructura urbana disgregada en la que a través de la relación variable entre proximidad e independencia, preexistencia y actuación sea capaz de ofrecer escenarios imprevistos para la comunidad que lo habite.
Foto Miguel de Guzmán
Foto Miguel de Guzmán
Foto Miguel de Guzmán
Fotografías y planos cortesía de Estudio Langarita-Navarro, realizadas por Estudio Langarita-Navarro, Luis Díaz Díaz y Miguel de Guzmán.
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