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La apuesta estética y culinaria del mítico Flash Flash, ahora en Valencia.

Un arquitecto, Alfonso Milá, y un fotógrafo-publicista, Leopoldo Pomés, buenos amigos y mejores gourmets, se lamentaban de la falta de restaurantes en Barcelona con una buena oferta de tortillas. Corría la Nochevieja de 1968, y fruto de su empeño común nacía, un año después, el mítico Flash Flash, una tortillería cuya estética sigue tan fresca y vigente como hace cuatro décadas. A la sede original de Barcelona siguió la de Madrid, inaugurada en 2008, y desde hace unos meses, la de Valencia. Su interiorismo, hoy, nos sigue seduciendo.
Hace ya cuatro décadas, Milá y Pomés creyeron que debían crear un restaurante fresco, moderno, pulcro y sin lujos aparentes. Un local al que el público accediera desinhibido y con naturalidad. Para darle forma, Alfonso Milá y su socio, el arquitecto Federico Correa, diseñaron un interiorismo basado en dos colores: el blanco como tónica principal y el negro -para hacerlo parecer todavía más blanco- como tema argumental.

Leopoldo Pomés hizo más de 100 fotografías de una figura femenina, la top-model de la época Teresa Gimpera, caracterizada como reportera manejando una cámara fotográfica con flash. Sus siluetas negras, a tamaño casi natural, recubren las paredes blancas en diferentes posturas. En cada fotografía, el flash actúa como punto de luz que ilumina el local, apoyado por luz indirecta que proviene de la marquesina del techo y algunos focos puntuales dirigidos al techo blanco.

Para que el local resultara confortable, sus creadores decidieron estructurar el comedor en varias islas compuestas por sofás corridos. De esta forma creaban ámbitos recogidos a diferentes alturas. Los sofás se complementan con sillas de madera pintadas de blanco, con el asiento tapizado como los sofás. Las mesas son blancas y cuadradas (60 x 60 cm), de tipo velador y con sobre de Formica. Este formato permite agruparlas con comodidad cuando se necesita acoger a grupos numerosos. Asimismo, la insonorización del local juega un papel destacado; planificando techos de material absorbente, Correa y Milá demostraron que un restaurante no tiene porqué ser ruidoso.

Los arquitectos dieron también un inusual protagonismo a los lavabos, un ambiente del todo descuidado en aquella época. Y los diseñaron espectaculares. Tanto los servicios de señoras como los de caballeros están revestidos de Formica roja brillante, mientras que los sobres de los lavabos son de mármol blanco. El suelo del de caballeros tiene un recubrimiento de linóleo jaspeado gris, al igual que el comedor, y el de señoras está tapizado con moqueta roja. Se accede a ambos lavabos por un amplio distribuidor, también rojo, visible desde el comedor, lo que crea un impacto visual muy vivificante.

Hoy, como entonces, el plato fuerte de su carta, apetecible y ligera, son sus más de 70 variedades de tortillas. También posee un amplio buffet de ensaladas y unas laureadas hamburguesas, fruto de una receta que la mujer de Alfonso Milá consiguió en Nueva York. Fiel a su espíritu y estética original, la experiencia Flash Flash desembarca ahora en el centro de Valencia.

Flash Flash Tortillería
Roger de Lauria, 24
Valencia
Tel. 963 520 961
www.flashflashvalencia.es

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