Casa Somoboo, de Fernández-Abascal y Muruzábal: cuando el lujo es paisaje.
Situada en una ladera de la bahía de Santander, esta casa interacciona con naturalidad con el paisaje, el estuario en primer término enmarcado por lejanas montañas. La luz y el paisaje, su entorno, se convierte gracias a su pensada estructura, en una habitación abierta más de la casa. ¿La clave de su éxito? Su acertada orientación y distribución.
Su planificación ha tenido muy en cuenta el entorno. Para ello, los arquitectos han apostado por una planta distribuida en «L». Las áreas de día y noche se ubican en lados opuestos de la casa, con la particularidad de que cada una se sitúa a diferente altura, haciendo suyo el desnivel del terreno. Así, los desniveles pasan a formar activa de su planificación, ayudando a marcar la organización interior de la casa.
Esta solución aporta como resultado una amplia fachada, que era uno de los condicionantes de los propietarios, con el mínimo impacto visual y la máxima integración en el paisaje.
Además de los desniveles, el diseño de la casa ha tenido muy en cuenta la orientación, las vistas y los sistemas constructivos utilizados. En el exterior, los materiales empleados -hormigón tratado, panelados de aluminio, roble y vidrio- ayudan a dar forma a la propuesta, enfatizando la luminosidad del volumen superior, que queda materialmente suspendido en el espacio.
El interior, por su parte, se ha resuelto con materiales como el pavimento de roble, caucho y piedra caliza blanca. Este fondo neutro enfatiza la acertada elección del mobiliario, en el que se alternan piezas de Charlotte Perriand, Jean Prouvé o Serge Mouille.
Ficha técnica
Arquitectos: Eduardo Fernández-Abascal Teira y Florentina Muruzábal Sitges
Ubicación: Somoboo (Cantabria), España
Colaboradores: Manuel Díaz Pardo, Eduardo Ezquerra Muñoz, David Ceballos
Área: 690 m²
Promotor: FF/ MJG
Constructor: Construcciones Sendalbo
Estructuras: Miguel Terán
Fotos: Gabriel Fdez.-Abascal, Guillermo Fdez.-Abascal