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redacción
8 junio 2010

Nuevo Centro de Artes Escénicas Atlántida de Vic, obra de Josep Llinàs.

El arquitecto Josep Llinàs firma la nueva Atlántida de Vic, un complejo cultural dedicado a las artes escénicas cuyas formas en espiral y cubiertas desiguales siguen el complejo entramado urbano en el que se asienta. Este nuevo Centro de Artes Escénicas de Osona posee más 10.000 metros cuadrados edificados bajo los cuales conviven el teatro Ramon Montanyà, el auditorio Joaquim Maideu, la Escuela de Música y Conservatorio de Vic, además de un restaurante.

En palabras del propio arquitecto, “la estructura de este imponente edificio es tan interesante como su programación”. El nuevo equipamiento cultural queda limitado al norte por los patios traseros de la calle Bisbe Torras i Bages, formada por casas bajas entre medianeras; al este, por el antiguo barrio de las curtidurías, enfrentado con la muralla medieval del casco antiguo; y al sur por el río Mèder. Sus sinuosas formas resuelven de un plumazo este complicado pedazo de ciudad. Por ejemplo, gran parte del volumen se ha enterrado; esta decisión permite armonizar la altura requerida por el edificio con la que puede soportar el entorno.


Llinàs ha proyectado una gigantesca cubierta facetada, terminada en zinc, que arranca a nivel de los patios interiores de manzana de la calle Torras i Bages, los cuales ventilan unas casas de tamaño demasiado pequeño para aceptar un edificio tan grande a su lado. La cubierta asciende hasta la altura de la caja escénica (30 metros de altura) para conformar, al otro lado, una nueva fachada al río Mèder, porosa y con porches. Este gesto convierte la parte posterior en un nuevo frente urbano.


Las fachadas quedan minimizadas y se usan para ventilar e iluminar aquellas partes del programa que así lo requieren, como la Escuela de Música o el restaurante. Cuando éstas forman el límite exterior se acaban en piedra negra. Cuando están formadas por algún corte entre los diversos pliegues de la cubierta, más introvertidas y de una altura mayor que las anteriores (a veces superpuestas a ellas en un plano retrasado varios metros) se acaban en chapa de latón brillante, color oro.

Una de las casas de la calle Torras i Bages, llamada “can Serratosa”, antigua sede de la Escuela de Música de Vic, es reutilizada ahora para alojar las partes comunes. Este pequeño edificio tardomodernista, proyectado por Manel Joaquim Raspall en planta baja y dos pisos, dota al edificio de un pasaje público interior que conecta el río con la ciudad a través del mismo, vertebrando todo el programa y dándole sentido urbano.


El nuevo edificio ha costado 30 millones de euros y viene a sustituir al teatro del mismo nombre que cerró en 2002 a causa de la aluminosis. Josep Llobet, Pedro Ayesta y Laia Vives han colaborado junto a Llinàs en su planificación.

Fotografías de Filippo Poli, visto en dezeen.com

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