Live Uncertainty: Descubre la Bienal de São Paulo en Oporto.
Las condiciones de vida actuales, así como las estrategias que ofrece el arte contemporáneo para albergar o habitar en la incertidumbre, fueron los temas en torno a los cuales se desarrolló la 32ª Bienal de Sao Paulo. Para dar repercusión a este evento en Europa, el Museo de Arte Contemporáneo de Serralves en Oporto ha organizado la exposición Live Uncertainty: An Exhibition after the 32nd Bienal de São Paulo.
En esta ocasión, la exhibición se ha planteado relacionándola con la singularidad del paisaje de Parque de Serralves – que forma parte del patrimonio portugués – y de la arquitectura de su Museo -obra de Álvaro Siza-.
De esta manera, se ha encargado a cinco estudios de arquitectura de Oporto – depA, Diogo Aguiar Studio, Fahr, fala atelier y Ottotto – el diseño y la construcción de estructuras temporales para alojar obras de Gabriel Abrantes, Jonathas de Andrade, Cecilia Bengolea y Jeremy Deller, Priscila Fernandes y Bárbara Wagner y Benjamin de Burca.
depA
La idea del pabellón de depA parte el edificio del museo y del parque Serralves, pero utiliza diferentes escalas de relación.
© Luis Alburquerque
Su forma es la de un polígono extraído del diseño del museo, que se implanta al lado del lago, creando un interesante efecto de reflexión.
© Luis Alburquerque
El pabellón está lleno de color, luz y ecos, por lo que se «camufla» en el entorno que le acoge. También establece un puente con el trabajo artístico que alberga. El interior del pabellón es, por tanto, lo suficientemente neutral como para crear el espacio requerido para poder descubrir el video proyectado en el mismo.
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La propuesta de Fahr trata de respetar el espacio del parque desarrollando una construcción que está apoyada en solo dos puntos al terreno. El espacio debía de albergar un trabajo en formato de proyección, por lo que se eligió una forma que sigue el principio de la apertura de la luz utilizada en una proyección, o incluso la de un reloj de arena, que en un solo gesto es capaz de filtrar y jugar con la luz, creando un equilibrio entre dos contextos: el Parque Serralves y la obra expuesta.
© Filipe Braga
La luz, el itinerario, el sentido de la curiosidad y el descubrimiento se procesan en un solo gesto, lo que da como resultado un trabajo que no se superpone al Parque Serralves ni a la obra de arte, sino que los exalta. El edificio actúa como el conector de dos realidades, en espacio y tiempo.
© Luis Alburquerque
Es al mismo tiempo un objeto extraño que escapa del lenguaje común de la ‘caja’ y que también despierta la curiosidad del visitante, desafiando los límites entre la persona y la obra de arte, convirtiéndolos en meros matices.
© Filipe Braga
Diogo Aguiar Studio
El proyecto de Diogo Aguiar Studio se basa en la creación de dos espacios concéntricos – intersticial y central – con funciones distintas.
© Luis Alburquerque
La espacialidad cilíndrica enfatiza la centralidad del trabajo expuesto, que es de crucial importancia para el diseño del espacio. El acceso se realiza a través de tres puntos, fomentando así diferentes conexiones y relaciones con el Parque Serralves. Desde el exterior, el pabellón muestra una piel abstracta, una fachada continua y curvada, construida con tablones verticales de madera.
© Filipe Braga
La yuxtaposición de planos curvos y paralelos, que alternativamente muestran aberturas arqueadas, ayuda a controlar la luz natural en el espacio interior y dirige al visitante a través del espacio de mediación sin revelar el núcleo central desde el exterior. De este modo, se crea un espacio inmersivo en el que el visitante toma conciencia del acto de entrar a través del deseo de descubrir un espacio que no es inmediatamente perceptible desde el exterior.
Ottotto
Ottotto eligió instalar el pabellón al final de un largo paseo, alineado con el Parterre Central y la Villa Serralves. En contraste con el camino, que está salpicado de castaños de indias jóvenes, equidistantes y ordenados, el pabellón está rodeado por una vegetación casi salvaje. En esta espesura se destaca una forma pura: un cubo de 6 x 6 metros.
© Luis Alburquerque
La construcción tiene continuidad en una lámina de agua, en la que se refleja y a través de la cual dialoga con el parque.
© Filipe Braga
El interior es un espacio oscuro y vacío, creado para albergar una proyección de vídeo. El pabellón tiene una forma «dura» y una implantación casi urbana en el parque. Para evitar que fuera un cuerpo extraño y otorgarle un carácter casi de construcción familiar se eligió como material exterior chapa corrugada oxidada. Esta elección se basa en los «recuerdos del campo» de los autores.
© Filipe Braga
Fala
Fala escogió para su proyecto una ubicación a la vez lujosa y discreta. Entre el jardín cultivado y una pradera inclinada, el edificio se encuentra en un punto prominente, visible desde lejos, pero solo accesible a través de caminos que serpentean cuesta arriba a través de la vegetación. La procesión es parte de la experiencia, por lo tanto, el parque juega un papel activo en la teatralidad de la arquitectura. De esta forma, el edificio se revela gradualmente.
© Luis Alburquerque
Finalmente, el interior del edificio es una habitación cúbica de oscuridad y calma, totalmente cerrada del parque. En este espacio, la película de Priscila Fernandes sobre la contemplación y el ocio encontrará un diálogo tanto con el parque como con la ligereza de la arquitectura.
© Filipe Braga
Live Uncertainty: An Exhibition after the 32nd Bienal de São Paulo
Hasta el 18 de febrero
Serralves
Rua D. João de Castro, 210
4150-417 Porto Portugal