Houzz nos invita a conocer la casa de Belén Moneo y Jeff Brock.
Hoy Houzz nos invita a una casa muy especial, la de Belén Moneo y su familia. Una vivienda racionalista de los años 30 en El Viso, Madrid, que ha sido transformada por la propia Belén y su marido Jeff Brock en un mundo de color. Conjugando el respeto por sus elementos originales con un mobiliario contemporáneo y colorista de diseño propio, los arquitectos han hecho suya esta vivienda.
La casa fue proyectada en los años treinta por Fernando García Mercadal, pionero de la arquitectura moderna en España, y en ella intervino también Luis Martínez-Feduchi, abuelo de Belén Moneo y autor del Edificio Capitol en la Gran Vía, uno de los emblemas del movimiento moderno español de los años de la República. “Hemos conservado todos los elementos originales posibles: la tipología, las carpinterías, la escalera”, dice Belén. “A pesar de que la volumetría de estas casas está protegida, en la mayor parte de los casos esos elementos no se han mantenido”.
De un vistazo
Quién vive aquí: Belén Moneo y Jeff Brock con sus dos hijos.
Situación: Noroeste de Madrid, en la zona de El Viso.
Arquitecto: Moneobrock (Belén Moneo y Jeff Brock).
Superficie: 230 metros cuadrados construidos, distribuidos en un sótano y tres plantas, más un jardín.
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Desde la entrada se abre un espacio continuo y luminoso que integra el comedor y el estar. El acceso se cierra con una caja de pavés que retroilumina el biombo. “Fue un añadido al proyecto original realizado por Vicente Eced, el socio de mi abuelo en el Edificio Capitol”, apunta Belén. Es otro de los ecos de la memoria de los que está lleno el proyecto y el barrio, con el que la familia Moneo tiene una larga vinculación. “La baldosa hidráulica del suelo es nueva, pero nos pareció completamente acorde con el espíritu y los materiales originales de la casa”.
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El estar se despliega a continuación y se abre a la terraza sobre el jardín. Se ha recuperado cuidadosamente la tarima de madera original, en muy buen estado. “La corredera de acceso a la terraza no es original”, dice Belén, “pero en el otro ventanal hemos mantenido la carpintería de los años treinta. Incorporándole vidrios Climalit funciona perfectamente. Aunque tiene algo de pérdida térmica, merece la pena”.
Los muebles de diseño propio se combinan con piezas actuales que encajan en el espíritu fresco y colorista de las piezas de Moneobrock, 0 el sofá Polder, de Hella Jongerius para Vitra. “La chimenea fue un diseño específico para la casa. Contactamos con Dae para que la fabricaran y acabaron incorporándola al catálogo”.
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El sótano se ha habilitado como biblioteca y espacio de trabajo. “Pensamos en la posibilidad de tener aquí también el estudio, pero finalmente desistimos y dejamos simplemente un lugar donde, de todos modos, trabajamos a menudo”. La estantería Woodular y la butaca Shooz Long son también diseños de Moneobrock. La biblioteca recibe luz a través de un patio inglés bajo la terraza desde el que se accede también al jardín.
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Los dormitorios se sitúan en la primera planta. Un gran mapa mural es el elemento dominante del dormitorio infantil.
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La cama del dormitorio principal ha sido realizada reutilizando las zancas de madera de la escalera de una casa vecina. “No se puede tirar nada”, proclama Belén Moneo. La ventana mantiene también aquí las carpinterías de época.
Las mesillas Coobrick son otro de los diseños característicos de la pareja que explotan su singular sentido del color ácido de los materiales acrílicos.
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Un vestidor separa el dormitorio del baño principal, que forman un espacio continuo. El lavabo y los elementos auxiliares son parte de la serie Frontalis, de Rafael y Belén Moneo para Roca.
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La azotea de la casa se ha cubierto, ganando así una planta adicional habilitada como un gran cuarto de juegos con acceso a una terraza superior. El ventanal ha sido recuperado de una casa vecina.
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La terraza actúa como elemento de transición entre el estar y el jardín, tamizado por la sombra de un plátano añoso en su centro. Actúa también como cubierta del patio inglés que habilita el espacio junto al sótano. Además de separar el acceso del comedor y el estar, el despliegue de color del biombo funciona como un anticipo del sutil equilibrio entre la elegancia racionalista de la casa rehabilitada y la vitalidad colorista de la puesta en escena de las piezas de autor.