Cuarto Interior convierte la azotea del Círculo de Bellas Artes en la terraza de moda en Madrid.
La propuesta de Cuarto Interior ha tratado de ser lo más respetuosa posible con el edificio de estética novecentista en el que se ubica, obra de Antonio Palacios.
De esta manera, se han utilizado livianas redes de camuflaje para procurar sombra durante el día y evitar que la silueta de estos elementos modificase la imagen de la fachada y del emblema de la institución: la famosa escultura de bronce de 7 metros de altura de la diosa romana Minerva, que representa la sabiduría y el arte.
Otra de las medidas que se ha tomado es separar la zona dedicada a la restauración de la barandilla de la terraza, con el fin de no interrumpir el tránsito de los miles de personas que la visitan al año, para contemplar las privilegiadas panorámicas de la capital que se pueden disfrutar desde sus 56 metros de altura.
De la misma forma, en el propio restaurante todo el mobiliario está dispuesto para que el visitante nunca dé la espalda a las vistas. Se han combinado con acierto piezas de diseño contemporáneo (como el sillón Nido de Expormim, el sillón Lisboa de Resol, o los faroles de Vondom) con otros de aire vintage e industrial, como las emblemáticas sillas Tolix.
Se ha puesto especial cuidado en proteger los lucernarios que se encuentran en la azotea y por los que penetra la luz a las espectaculares salas del edificio. Para ello se han dispuesto dos zonas con tumbonas que los rodean, y que permiten a los clientes tomarse relajadamente una copa y disfrutar de la conversación.
Al original proyecto decorativo se suma la oferta gastronómica a cargo del chef Javier Muñoz-Calero (Tartan, Muñoca, Perrito Faldero) que traslada a la azotea un spin-off de Tartan. Se trata de un restaurante estacional, un seasonal pop-up restaurant que será Tartan Roof en primavera / verano y Tartan Lodge en otoño / invierno.
La oferta culinaria de esta temporada está inspirada en la cocina callejera de todo el mundo, street food internacional que acentuará el carácter multicultural del espacio. Una propuesta muy urbana que pretende dialogar con las calles de Madrid, muy presentes en las espectaculares vistas.
Bajo el lema de “Nunca el cielo fue tan divertido”, la séptima planta del centro cultural pretende convertirse en un espacio de encuentro abierto al público desde la hora del desayuno hasta la madrugada. No es una terraza de copas más, es un lugar de reunión donde la cultura, la gastronomía y la coctelería se unen para presentar una oferta de ocio diferente. Eventos culturales programados por el CBA como el ciclo de Jazz Círculo y Las Noches Bárbaras, se celebrarán en la Azotea del Círculo… ¡por lo que ya no tenéis excusa para dejar de visitar este espacio este verano !
