El arquitecto Josep Miàs recupera la belleza de las plazas del casco antiguo de Banyoles.
Lo más significativo de este casco antiguo es la secuencia de plazas y placitas que organizan este ámbito; de la Plaza dels Turers, a la Plaza Mayor, a la Plaza dels Estudis, de la Font, del Teatre, de la iglesia de Santa Maria, y del Monasterio; espacios todos ellos que deben su nombre al edificio al que se ofrecen como vestíbulo.
Plaça Major
Plaça del Teatre
Las acequias de desagüe del lago de Banyoles que se utilizaban para regar los huertos estaban tapadas y funcionaban como alcantarillado en vez de transportar agua limpia, tal como en su origen.
El proyecto plantea la recuperación de los espacios públicos para el paseo y al mismo tiempo recuperar los canales en sus recorridos originales por la ciudad.
Las acequias de desagüe se vuelven visibles en sus recorridos en todo el núcleo antiguo, quedándose abiertos o reconstruyendo su sección en la calle por donde circula. Esta decisión es importante porque a unos espacios ya de por si interesantes, se incorpora una nueva cualidad visual y también por lo que supone la incorporación del sonido y la percepción del agua.
Todo el ámbito se pavimenta con la piedra de Banyoles, el travertino, piedra calcárea que se ha formado en todo el subsuelo y con la que fueran construidos todo los edificios principales, iglesias, casas medievales, monumentos.
Se construyen los canales y sus compuertas de regulación y escapes plegando este pavimento, y se recoge el agua en una grieta que aparece en este mismo plano pétreo.
La intención es que el trabajo sobre el pavimento agote las posibilidades de la piedra con que se ha construido la ciudad y revele el agua que recorre su subsuelo.
El proyecto ha recibido numerosos galardones, como el International Stone Architecture Award (2013), Premio Catalunya Construcció (2009), Premio de Arquitectura Comarques de Girona (2007), finalista en los Premios FAD (2010), entre otros.
Fotografías: Adrià Goula