Norman Foster inaugura las Bodegas Portia, en Burgos.
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Según palabras del propio Lord Norman Foster: “Portia era nuestro primer proyecto de bodega, así que no teníamos preconcepciones sobre cómo debía ser. Ha sido una oportunidad de empezar desde el principio, de examinar los diferentes estadios de la producción, y de crear finalmente las condiciones ideales. El vino ha sido el punto de partida, así como la belleza de la Ribera del Duero. Hemos usado materiales que dibujan la tradición vinícola de la región, y hemos creado espacios públicos abiertos al paisaje, para disfrute del visitante”.
Las instalaciones disponen de un total de 12.500 m2, una capacidad de producción de 1 millón de botellas al año, y un almacén que puede albergar 6.000 barricas de 225 litros y 750.000 botellas. El objetivo del proyecto era crear unas condiciones óptimas para la producción vinícola, a la vez que se reducía la demanda energética de las instalaciones y su impacto visual en el paisaje.
El diseño del edificio, de planta inspirada en la forma de un trébol, ha tomado como punto de partida los tres principales estadios de producción: la fermentación en depósitos de acero inoxidable, la crianza en barricas de roble, y finalmente, el envejecimiento en botella. El proceso comienza cuando las uvas llegan de la vendimia a las bodegas y son descargadas en un muelle situado en la cubierta: entran en las instalaciones por una estructura inclinada de acero cortén que sigue el desnivel del terreno para favorecer que la gravedad las haga caer de un modo natural, energéticamente eficiente, y sin dañarlas.
Para conseguir unas condiciones medioambientales óptimas, las dos alas dedicadas al envejecimiento están parcialmente soterradas, mientras que el ala de fermentación se expone al aire para permitir la liberación del dióxido de carbono.
El centro del trébol funciona como gran hub desde donde se controlan las tres fases productivas. En este corazón del edificio, se encuentra una gran recepción transparente con detalles de viejos tablones de madera de barrica que evocar la rica tradición vinícola de la región. De aquí parte una galería pública, que se extiende y adentra a modo de altillo en cada una de las tres alas, permitiendo que los visitantes vean las instalaciones y el proceso de producción desde un punto de vista elevado. La recepción y el área de administración gozan de grandes terrazas con vistas sobre los viñedos.
Más información en www.fosterandpartners.com y en www.bodegasportia.com/cas/microsite.html. Fotografías de Nigel Young, © Foster + Partners en plusmood.com.