Un apartamento en Madrid que fusiona moda, arte, diseño y fotografía.
Una vivienda tan sexy, artística y honesta como el estilo de vida de sus propietarios; uno reconocido diseñador de moda y el otro arquitecto dedicado a la fotografía.
Este apartamento madrileño expresa sin duda los gustos estéticos y la personalidad de sus habitantes. Más que una vivienda estamos casi ante una declaración emocional de un lifestyle desinhibido, refinado y con tintes algo transgresores. El arte, la fotografía y el diseño crean un lenguaje sincero y personal en todo el espacio, estructurado de una forma racional, pero decorado de un modo teatral en su mobiliario y detalles artísticos.
El espacio se ha planteado como un contenedor de color blanco, expresión de pureza, donde paredes, suelo y techo se han pintado del mismo color, actuando como una caja neutra donde exponer piezas de arte y diseño cargadas de gran simbolismo. En la planta baja se distribuyen las zonas públicas, y en el altillo las privadas, en este caso expuestas sin separaciones, secretos o tabús. Algunas estancias en sí toman un carácter de divertimento teatral, como el baño o el dormitorio. Mobiliario retro de los ’60, materiales cálidos como madera o cuero y muebles escogidos de grandes firmas se mezclan con piezas de arte y fotografía. La iluminación es un elemento decorativo más y las lámparas actúan como elementos escultóricos. Sin duda una casa expresiva ideada con la intención de no pasar desapercibida.