Kazuyo Sejima: la elegancia transparente que logra crear espacios fluidos
La arquitecta japonesa, cofundadora del estudio SANAA, es un icono indiscutible del diseño contemporáneo. Su innovación en formas y materiales ha llevado a Kazuyo Sejima a alzarse con varias distinciones, entre ellas, el Premio Pritzker.
Estructuras físicas
Kazuyo Sejima ha logrado ganarse un lugar entre los grandes de la arquitectura contemporánea. La japonesa destaca por su labor en estructuras y la forma de usar los diagramas. De hecho, fue su coterráneo Toyo Ito (que también fue su maestro) quien nombró en 1991 a Sejima como “arquitecta diagramática”, creando un nuevo concepto en la teoría de la arquitectura. El objetivo de su trabajo, así como el de otros arquitectos como Ben van Berkel, es encontrar nuevas formas de mediación entre lo virtual y lo real.
Las obras de Kazuyo Sejima destacan por su perfeccionismo, sus líneas simples, su espíritu minimalista y su transparencia, siendo este último el sello más distintivo de sus trabajos. El uso de vidrio y cristal atraviesa las obras con el fin de lograr una sensación de ligereza y fluidez, permitiendo una conexión visual entre el interior y el exterior.
Para Sejima, la forma de hacer arquitectura es fundamental. La arquitecta japonesa destaca siempre el interés del trabajo por encima de cualquier premio o suma de dinero, la necesidad del tiempo para realizar sus obras con el perfeccionismo que requiere.
Intachable trayectoria
Nacida en Ibaraki, Japón, en 1956, Kazuyo Sejima tuvo un precoz encuentro con la arquitectura en su infancia, cuando recuerda haberse impactado por la imagen de una casa que vio en una revista. Más precisamente, se trataba de la Sky House, construida por Kiyonori Kikatuke. En 1981 se graduó con una maestría por la Universidad de Mujeres de Japón.
Su carrera profesional comenzó como becaria en el estudio de arquitectura de Toyo Ito, para en 1987 poner en marcha su propio despacho Kazuyo Sejima & Associates. A mediados de los noventa, el estudio incorporó como socio a Ryue Nasihizawa y pasó a llamarse SANAA, como en la actualidad. La sede se encuentra en la ciudad de Tokio.
Impulsada por su espíritu feminista, perfeccionista e investigador, Sejima ha desarrollado una amplia labor en la docencia. Fue profesora en varias universidades en Japón, Suiza y Estados Unidos.
Funcionalidad y comunicación
Más allá de la estética de sus trabajos, Kazuyo Sejima reconoce la importancia de crear espacios funcionales a los diferentes usos que se le encargan. En SANAA trabajan por borrar las barreras arquitectónicas del espacio y promover la comunicación de quienes los habitan.
El espacio y la luz es un factor clave en sus obras, que priorizan el uso de luz natural. Sus edificios parecen desafiar la gravedad, al mismo tiempo en que son ligeros, fluidos y transparentes. La habilidad de Sejima para destilar la esencia de un espacio, eliminando lo superfluo, resulta asombrosa. Las líneas limpias y los volúmenes simples son una constante en sus creaciones, proporcionando una sensación de calma y armonía.
Del centro Rolex Learning al Premio Pritzker
A lo largo de su trayectoria, Sejima ha proyectado obras en varias ciudades del mundo, tanto en solitario como con su estudio de arquitectura. De Nueva York a Londres, la arquitecta japonesa ha sido capaz de seducir a visitantes de todo el mundo, aficionados o no al diseño.
Uno de sus principales trabajos es el Rolex Learning Center, en Lausana, Suiza. Construido entre 2005 y 2010, el campus de la Escuela Politécnica Federal tuvo como punto de partida eliminar los límites entre las diferentes facultades y contar con un centro de usos múltiples al servicio de toda la universidad. El resultado es un espacio diáfano, definido por su geografía artificial.
El Nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York es otra de las obras maestras de Sejima. El edificio se desarrolla en altura sobre una parcela de escasas dimensiones, dando como resultado un conjunto de cajas de distinta dimensión que aparecen apiladas y desplazadas entre sí.
En 2009, Kazuyo Sejima fue la encargada del Pabellón de la Serpentine Gallery de Londres. El proyecto se basó en una cubierta ondulante de aluminio, apoyada sobre ligeros pilares metálicos, entrelazados con los árboles de la parcela, quedando reflejados también el parque y el cielo. La cubierta, realizada con paneles de madera de abedul, estaba apoyada sobre una malla aleatoria de pilares metálicos, recubiertos a su vez con paneles de aluminio espejado.
Estas y más obras hicieron de SANAA y la arquitecta japonesa merecedoras de varios premios y reconocimientos. En 2010 se alzó con el Premio Pritzker, siendo así la segunda mujer en recibir dicho reconocimiento, después de Zaha Hadid, aunque el galardón fue otorgado al estudio SANAA.
El Pritzker llegó gracias al manejo de diferentes materiales y la capacidad de generar estructuras etéreas. Sejima también forma parte del jurado del Premio Pritzker.