Entrepatios se alza en el corazón de la Manchuela Conquense mediante dos bloques
Ubicada en el municipio de Iniesta, en Cuenca, esta vivienda de planta rectangular se organiza en torno a dos patios que, en origen, actuaban de manera independiente y pasaban desapercibidos.
Un diseño que conecta el interior con la periferia
El estudio Z3 realiza un proyecto cuyo objetivo principal está basado en conectar esas fuentes de luz y ventilación natural que aportan los patios con el resto de estancias, uniéndolos de manera visual con el fin de maximizar los espacios y crear nuevos rincones.
En el proyecto, pensado como una vivienda sostenible de líneas puras, sencillas y elegantes, adquieren especial relevancia las áreas exteriores, que acaban formado parte del conjunto de la vivienda y donde se percibe una sensación de amplitud desde que se accede al espacio.
En concreto, se eliminaron los tabiques que compartimentaban en exceso el inmueble y se mantuvo la altura máxima posible de techos para agrandar los espacios, además de ampliar la superficie alrededor de un 40% absorbiendo un antiguo porche con un uso limitado a las estaciones más cálidas del año.
En lo referente a la selección de materiales, se escogieron piezas porcelánicas de gran formato y dimensiones que cobran especial relevancia en el resultado final. La vivienda tiene una morfología rectangular y está organizada en torno a dos bloques claramente diferenciados.
Los dos bloques de Entrepatios
Con acceso y vistas directas al patio principal, siguiendo toda la longitud de fachada, encontramos un cómodo y generoso salón con chimenea que de separador en primera instancia y abre una comunicación directa a una cocina con isla. A continuación, aparece el amplio comedor ubicado en la parte final que da servicio a diez comensales.
En el segundo bloque, con carácter de uso privado, encontramos una suite principal íntima compuesta por un vestidor, baño y un amplio dormitorio que es abrazado por el patio interior sirviendo de enlace, a su vez, entre los bloques, generando un rincón luminoso, sereno y tranquilo.
El patio principal cobra especial protagonismo, convirtiéndose en el elemento fundamental de la vivienda. Se puede acceder a él desde toda la línea que conecta el salón, cocina y comedor. Para lograr esta conexión se ejecuta una fachada de grandes muros complementados con unos espectaculares ventanales con diseño de arcos rebajados.
Un entorno paisajístico de proximidad
Una solución arquitectónica que busca hacer un guiño al patrimonio de la localidad donde se localiza el proyecto. En particular, los restos de la puerta del castillo del siglo XIV ubicados en su casco histórico. Los huéspedes son inmediatamente recibidos por una piscina enrasada con acabados en tonos marinos y turquesas.
Aparecen una serie de elementos que dan servicio al área exterior, aseo y un pequeño office que, cuidadosamente revestidos, pasan casi desapercibidos, completando el diseño que acentúa la conexión entre la arquitectura, naturaleza y las personas que lo habitan.
El paisajismo, completado por una serie de aromáticas plantas en zonas de paso y cercanas a la vivienda, crea escenarios sensoriales perceptibles de distinta forma según la época del año. El romero, tomillo, lavanda o jazmines estrellados permiten tanto jugar con los sentidos como crear espectaculares tapices que visten los patios y aportan ese toque natural tan esencial en cualquier casa.