Moderna, funcional y minimalista: la lámpara Fase, ícono del diseño español
Diseñada en 1964 por Pedro Martín y Luis Pérez de la Oliva, la lámpara Fase se convirtió en un símbolo de la era espacial y la estética minimalista. Pero pese a estar a las puertas de su 60 aniversario, la lámpara ganó más relevancia en las últimas décadas.
Expresión del diseño español
En 1964, en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz se gestó Industrias FASE (Fabricaciones Seriadas). La empresa, comandada por dos socios fue un ejemplo de cómo la industria española podía trascender fronteras gracias a su diseño. Y casi sin buscarlo, generó un modelo icónico del mobiliario moderno: la lámpara Fase.
La empresa inició su andadura de la mano de Pedro Martín, un tornero que vendía lámparas en mercadillos, y Luis Pérez de la Oliva, de profesión diseñador. Las lámparas fueron desde los inicios el core business de Industrias FASE, con diseño y fabricación made in Spain. Con una fuerte influencia del estilo italiano y de la Bauhaus, las piezas de Fase lograron popularidad por el diseño extremadamente moderno para la época.
Además de lámparas, Fase contaba con una colección de productos de uso cotidiano como ceniceros, papeleras o percheros. Sus objetos ganaron protagonismo en países como Francia, Japón o Estados Unidos.
Moderno y funcional
Pero, ¿qué hacía a las lámparas Fase tan excepcionales? La iluminación precisa que brindaba el diseño de Martín y Pérez de la Oliva las hacía ideales para oficinas y despachos. La lámpara Fase se caracteriza por una base sólida, un brazo articulado y una pantalla metálica que proyecta la luz de manera direccional, logrando así que el usuario pueda regular y ajustar la iluminación.
En los diseños de Fase, que generaron varios modelos de lámparas de mesa, predominaban el cromado, la madera, el mármol o el acero. Además, las piezas eran realizadas en una amplia gama de colores, otorgándole a la lámpara la capacidad de adaptarse a cualquier oficina o estilo de hogar.
Otra de las curiosidades de las lámparas Fase fue su calidad y durabilidad, por lo que se volvieron trascendentes en el tiempo gracias a su buen funcionamiento. De hecho, durabilidad y vanguardia fueron los valores de la fundación de la empresa Fase.
Del declive al coleccionismo
Pese al buen momento que vivió la empresa española, en la década de los ochenta marcó el fin de Industrias FASE, marcada por la implementación de nuevas tecnologías a la hora de fabricar productos en serie. Fue entonces cuando la licencia de fabricación pasó a manos de la marca alemana Maof, que modificó levemente el diseño original añadiendo más cromados y dejó de fabricarlas unos años después.
La popularidad que tuvieron entre los sesenta y los ochenta y el cese de su producción volvieron a las lámparas Fase en un objeto coleccionable, diseño de deseo para los más aficionados al interiorismo y la decoración. En la actualidad, se pueden encontrar modelos a estrenar que quedaron sin vender en el almacén de Torrejón de Ardoz. La casa de subastas Christie’s llegó a vender un ejemplar de lámpara Fase a 1.000 euros.
La gran pantalla también incentivó la cualidad coleccionable de las lámparas Fase, ya que aparecen en películas como Indiana Jones o Bohemian Rhapsody. Su aparición en el despacho de Don Draper en la serie Mad Man o en super éxitos de Netflix como La Casa de Papel o Gambito de Dama, también llenaron de popularidad y deseo a los diseños españoles de la lámpara Fase.
