Andrés Jaque diseña el Colegio Reggio, un ecosistema vertical que propone nuevas formas de aprendizaje.
El estudio de arquitectura Office for Political Innovation (OFFPOLINN), liderado por Andrés Jaque, ha sido el encargado de diseñar el Colegio Reggio. Se trata de una escuela privada situada al norte de Madrid que transgrede los convencionalismos de los centros educativos y se materializa en un edificio de estilo brutalista.
Nuevos paradigmas en la arquitectura educativa
Es común asociar la arquitectura de los centros escolares con espacios impersonales que actúan únicamente como un contenedor de asignaturas. Por suerte, durante los últimos años han surgido numerosos proyectos que han comprendido el poder transformador que tienen estos espacios en el desarrollo infantil. No hay que olvidar los alumnos pasan una media de 7 horas al día en las aulas.
¿Por qué no plantear clases sin pupitres, espacios coloridos y lúdicos o pasillos relacionales? La arquitectura debe favorecer el desarrollo educativo y estimular los sentidos de los más pequeños. En este afán transformador el arquitecto Andrés Jaque, recientemente nombrado decano de la GSAPP-Universidad de Columbia, ha diseñado una escuela privada en la urbanización del Encinar de los Reyes.
El proyecto propone un ecosistema de 5.492m2 de superficie destinado al desarrollo, la experimentación y el aprendizaje infantil. De este modo, la arquitectura se entiende en este contexto como un vehículo mediante el cual los alumnos pueden dirigir su crecimiento personal.
Varios niveles para la exploración colectiva
Formalmente el edificio propuesto por OFFPOLINN se estructura mediante niveles educativos. Esta progresión vertical permite reducir el impacto ambiental que supone el volumen construido y también zonificar usos y actividades.
La planta baja, en contacto con el terreno, aloja las aulas para los más pequeños. Los espacios de los alumnos mayores se organizan alrededor de un jardín interior que se nutre gracias al agua recuperada proveniente de tanques alojados en las plantas superiores del propio edificio. Por último, los estudiantes de cursos intermedios se sitúan en lo alto del conjunto y comparten espacio con un invernadero. Según el propio Jaque, esta zonificación permite a los alumnos experimentar un proceso de maduración permanente.
Sostenibilidad y sinceridad constructiva
Otro elemento fundamental en la concepción del proyecto diseñado por OFFPOLINN ha sido la aplicación de soluciones sostenibles. Al contrario de lo que puede parecer, el edificio ha sido capaz de reducir la huella ambiental con un presupuesto muy ajustado.
Esto ha sido posible gracias a la implementación de estrategias de diseño pasivas. Un ejemplo de estas decisiones proyectuales ha sido la disminución radical de elementos utilizados, evitando la aplicación de revestimientos o falsos techos y dejando vistas todas las instalaciones. A su vez, se ha realizado un estudio exhaustivo de la estructura de hormigón armado, consiguiendo reducir el grosor de los muros. Por último, cabe destacar el aislamiento de la envolvente materializada mediante una capa de 14 cm de corcho, que ha supuesto una reducción en gasto de calefacción del 50%.
Fotografía: José Hevia