Una casa hecha a retales en la huerta de Murcia.
Buscando integrarse en el medio, esta casa en la huerta de Murcia se ha hecho a retales en honor a las viviendas y edificaciones que se levantan a su alrededor. Estudio Número 26 y Pastor y González Arquitectos tienen claro el compromiso del proyecto con el lugar, donde desarrollan un lenguaje único.
Poner en valor la identidad del entorno
En arquitectura es muy importante la relación de la obra con el lugar. Hay que respetar, integrar e impactar de manera positiva en él, algo que los autores del proyecto han tenido muy presente. “La huerta de Murcia es un lugar pintoresco, complejo y diverso, donde se mezclan viviendas tradicionales, nuevas construcciones, una actividad minifundista agrícola, caminos serpenteantes y redes de riego. La huerta se compone a retales.”
Partiendo de esta base, los arquitectos desarrollan un código contemporáneo que pone en valor lo espontáneo, la riqueza y la identidad del lugar. El contexto dibuja, da forma y escala esta casa fabricada en tres partes con piezas cerámicas, chapas, cañas o madera.
Tres volúmenes componen la casa
Un divertido cierre frontal orientado a norte, con entrada peatonal a la derecha y puerta de garaje en el centro, da la bienvenida y avanza lo que dentro se magnifica. Cemento, azulejos cerámicos, cañizo y chapa minionda galvanizada son algunos de los materiales que lo conforman.
Dentro, un camino de bloques cerámicos recorre la parcela de principio a fin desembarcando en la alberca, y permitiendo la entrada a la vivienda desde dos puntos. Tres volúmenes conforman los 150 m2 de esta casa, asomándose unos tras los otros para buscar la mejor orientación y las mejores vistas. “La casa se mueve, se desplaza sobre su eje buscando su mirada”.
El volumen de mayor tamaño, situado al final de la parcela, frente a la alberca, acoge el programa de la zona de día: salón, comedor y cocina. Goza de unas vistas privilegiadas de las montañas y las huertas y se abre al exterior en los meses de buen clima. El segundo volumen contiene dos dormitorios, un baño y el lavadero. El tercero el dormitorio principal, otro baño y un trastero.
Materiales crudos típicos de la huerta de Murcia
Los materiales elegidos no son casualidad sino un guiño a los que se encuentran a su alrededor. Y el mobiliario, de Sancal, todo un ejercicio de color y texturas acorde con la vivienda.
Los muros de termoarcilla, que dan forma a los volúmenes, se quedan a la vista reforzando la materialidad cruda del resto de elementos. Suelos de hormigón, barro o azulejos esmaltados conviven con materiales más fríos como los paneles de chapa galvanizada que ocultan espacios de almacenamiento.
Los huecos de fachada que buscaban más intimidad y estaban más expuestos a la luz solar se han cubierto con celosías cerámicas. Estas conviven con coloridos murales de azulejos cerámicos cuyos patrones hacen referencia a los bordados de los trajes tradicionales de la huerta de Murcia.
La casa expone a través de su materialidad la relación con el medio, con su estructura, lo importante de la parte con el todo.
Fotografía: David Frutos