Parentesi, historia de una lámpara cuyos dos diseñadores nunca llegaron a verse.
FLOS celebra el 50º aniversario de la lámpara Parentesi con una edición especial en turquesa y naranja, y recuperando su packaging original. La ha presentado con una instalación en la Milano Design Week digna de las bodas de oro de un gran icono del diseño italiano (es decir, mundial). Esta es la curiosa historia de dos diseñadores que crearon una lámpara memorable, sin haberse visto nunca.
Autoría compartida
Más 800.000 unidades vendidas desde que empezó a producirse, en 1971. Ganadora del Compasso d’Oro en 1979. Y probablemente uno de los diseños industriales más famosos del mundo. Sin embargo, pocos saben que su autoría, habitualmente atribuida solo a Achille Castiglioni, es fruto de un trabajo a cuatro manos que el propio Castiglioni quiso reconocer públicamente.
Para conocer su origen, debemos remontarnos al año 1969, fatídica fecha en la que el diseñador industrial Pio Manzù falleció prematuramente en un accidente de coche. Tenía solo 30 años y toda una carrera por delante que apuntaba maneras: había diseñado ya el exitoso modelo Fiat 127. Fue su viuda quien entregó a Castiglioni los bocetos iniciales de la futura lámpara Parentesi. Cuentan que Achille se sintió fascinado por aquella idea de «una lata emisora de luz, con rendijas movibles arriba y abajo por un poste de suelo a techo, que, además, podía girar 180 grados y bloquearse con un tornillo».
Acabó de desarrollar el diseño: el poste se convirtió en una línea de metal; la lata en una mera bombilla; el tornillo se reemplazó por un tubular que friccionaba a lo largo de la línea y bloqueaba la posición deseada; y se incorporó un tensor de barco y un peso de 5 kg para garantizar la tensión.
Y «a pesar de la increíble cantidad de trabajo que él y los técnicos de Flos tuvieron que realizar para convertirla en un producto real, Castiglioni decidió compartir su paternidad con Pio Manzù”, recuerda hoy su hijo Giacomo Manzoni. “Fue un gesto de gran respeto hacia el valor del pensamiento original, que dice mucho de él y del prestigio que tenía la innovación del diseño en Italia en ese momento”.
Todo tiene un por qué
Con ese mismo respeto por la autoría y el diseño original, el equipo de Calvi Brambilla, design curators de Flos, ha creado la nueva Parentesi Special Edition para conmemorar los 50 años de su nacimiento. Y lo ha hecho como si se tratara casi de una delicada operación arqueológica. Cada decisión tiene un motivo. Y cada motivo, una explicación. No hay nada arbitrario.
Turquesa por Castiglioni; naranja por Manzù
En primer lugar, los colores. ¿Por qué turquesa? ¿Y por qué naranja? El turquesa era un color que fascinaba a Castiglioni. “Lo había visto en una caja de sujetapapeles que guardaba en su escritorio; y le gustó tanto que lo usó para decorar todas las puertas de nuestro piso, a principios de los 70”, explica su hija Giovanna Castiglioni, con quien Fabio Calvi e Paolo Brambilla han trabajado codo a codo en esta edición especial.
Por otro lado, el color predilecto de Pio Manzù era el Signal Orange (lo que vendría a ser nuestro naranja butano). Era el tono que usaba para todos sus prototipos de automóviles, una constante en su trabajo como diseñador industrial.
Así, la propuesta final se compone de dos colores complementarios, cada uno conectado con uno de los dos creadores de la lámpara, que avivan esta casuística de un diálogo imposible entre dos genios del diseño que nunca llegaron a conocerse.
En esta edición especial, los colores se aplican a todos los elementos que forman el “soporte” (el «paréntesis»), tal y como estaba previsto en el diseño original. Resulta que, al observar los primeros bocetos, Flos se dio cuenta de que la base también debía ser de color, pero, debido a dificultades técnicas de la época, no pudieron colorear la goma. De ahí la decisión de reemplazarlo con silicio, y retomar el deseo que Castiglioni nunca puedo ver.
El resto de elementos, es decir, todo lo que se sujeta dentro del “soporte” (la bombilla y el portalámparas) se mantienen igual que en el modelo tradicional.
El packaging original
Por otro lado, Parentesi Special Edition recupera el packaging original de su lanzamiento; dos carcasas de plástico hechas con un solo molde. La lámpara se presenta «desnuda» y desmontada, como se exhibían las piezas mecánicas de un coche en una feria: sobre la pared. Se muestra, así, un minucioso despiece que le otorga absoluta dignidad a cada elemento de forma individual.
De hecho, no se sabe muy bien por qué motivo dejó de usarse dicho packaging. «Probablemente por cuestiones de coste o problemas de estabilidad», explican desde la marca. Hoy, las nuevas tecnologías y la digitalización han permitido que este «envase» vuelva al mercado, de forma rentable y perfecta para los nostálgicos del diseño más purista.
Debut en la Milano Design Week
Para culminar dicha celebración, no podía acontecer mejor escenario que la Milano Design Week. Hasta el 10 de septiembre, la nueva Parentesi Special Edition se exhibe a bombo y platillo en la flagship store de la marca, en Corso Monforte, 9. Milán.
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