Esta pequeña tienda de Valencia es todo un ejemplo de diseño transgresor.
El estudio multidisciplinar Isho Design está detrás de Mari del Carmen, un local comercial de artículos para fumadores. Más allá de romper clichés, este establecimiento en el barrio del Carmen juega audazmente con la iluminación, los materiales y diversos estilos decorativos.
Transformación radical
Ciertamente, esta tienda familiar de 28 m2 situada en el barrio del Carmen de Valencia brilla por su transgresor diseño. Mari del Carmen, tal como se llama, reúne lo último en accesorios y cultivo de cannabis, shishas, cigarrillos electrónicos y otros artículos de vapeo.
De hecho, el local lleva la impronta de Isho Design. Sin embargo, el estudio valenciano no se ha limitado únicamente a reformar el establecimiento. También, dado su carácter multidisciplinar, se ha encargado del naming, el branding y la estrategia creativa. En consecuencia, el proyecto abarca la transformación del punto de venta físico, así como el diseño gráfico estratégico y la categorización del producto.
Además, cabe destacar que el estudio se ha dejado llevar por la tendencia decorativa Mix & Match. Es decir, mezclar texturas, estilos y mobiliarios de distintas fuentes para, de una forma atrevida, romper los clichés culturales de este tipo de tiendas.
Igualmente, Isho Design ideó para la ocasión el lema I want to be free to do what I want (Quiero ser libre para hacer lo que quiera). En realidad, este lema preside una de las paredes del establecimiento. Concretamente, un vistoso jardín vertical realizado con liquen.
Transparencias y mucha luz
En primer lugar, la incorporación de lamas efecto espejo en paramentos verticales y el pavimento neutro aportan un aura especial al conjunto. Del mismo modo, el estudio señala que hay «una gran fluidez con la superposición de acabados plásticos ahumados y transparentes enmarcados en un verde grow y musgo placer«. Asimismo, la selección del mobiliario, gracias a sus tramas colgantes y la disposición de los módulos, invoca a la filtración experiencial del humo.
Seguidamente, un espejo de gran formato refuerza la profundidad del local. De igual forma, los carriles para focos que hay junto a los apliques han sido «un gran aliado escenográfico». Por esto mismo, el protagonismo recae sobre unas cajas de luz colgantes retroiluminadas y el neón del rótulo corpóreo que hay tras el mostrador.
Por último, en sus persianas hay unos dibujos de los artistas urbanos David de Limón y La Nena Wapa Wapa. Sin duda, por propuestas como esta, el Barrio del Carmen es un lugar de peregrinación imperdible tanto para locales, como para turistas.
Fotografías: Fandi.es