Pogodno 6: viaje a 1923.
La reforma de una casa de 1923 en Szczecin, Polonia, ha sido el reto al que Studio Loft Kolasiński se ha enfrentado en esta intervención. Una vivienda de estilo clásico, dividida en muchas y pequeñas habitaciones, que el estudio polaco ha transformado en un moderno interior.
Con 250 metros cuadrados y distribuida en dos alturas, la casa reserva el nivel inferior para las zonas comunes. Tras eliminar la mayoría de los tabiques originales, la compartimentada distribución original se transforma en un espacio diáfano, que alberga la cocina, un pequeño comedor-mirador, el salón, el comedor y un despacho. La planta superior alberga la zona de noche, con tres dormitorios y dos baños.
Influencia Wabi-sabi
De acuerdo a la filosofía japonesa Wabi-sabi, el proyecto ha utilizado la mayor cantidad de materiales naturales posibles. De esta forma, el encalado de las paredes de toda la casa y las vigas de cubierta del primer piso, conviven con la madera tratada del suelo y las vigas de la planta baja. Con una estufa de azulejos hechos a mano en la planta baja, los del suelo de la cocina son del año 1923.
El amor del propietario por los árboles inspiró a los arquitectos a plantar un olivo de más de 200 años en la galería acristalada.
Modernismo japonés y brasileño
Con diseños de Isamu Noguchi y Jader Almeida; y sillas únicas de Junzo Sakakura, la casa está influenciada por el modernismo japonés y brasileño. Adquirida especialmente para este espacio, la alfombra de lana fue producida en Kowary, Polonia, en 1969.
Toda la casa se llena de muebles clásicos, lámparas y accesorios de Dinamarca, la República Checa, Polonia, México, Italia y Alemania. Fotografías de Erwin Olaf decoran las paredes del despacho.
El equipo de Studio Loft Kolasiński ha diseñado también piezas de mobiliario. Entre ellas, las mesas, el sofá, el mueble de la televisión, la librería, los espejos, las mamparas caladas, las camas, la chaise longue, las duchas, los armarios o los muebles de baño y cocina.
«El proyecto refleja a la perfección el espíritu de unos clientes llemos de entusiasmo, creatividad y plena confianza en nuestro trabajo», señalan los arquitectos.
Fotografía: Joel Hauck