¿Sueñas con una casa del árbol? Lego te lo pone fácil.
No es una moda. Es conciencia social. Y afecta a todos los ámbitos. Hay que generar menos residuos, y si éstos son reciclables, mejor que mejor. Lego se apunta a esta corriente con el más novedoso diseño salido de su fábrica de ideas: una casa del árbol.
Todos hemos soñado con una. Una casa del árbol es la fantasía de cualquier niño, para vivir aventuras únicas que sólo se pueden entender allí. Es un punto de encuentro. Un escondite secreto. Una fortaleza. Un castillo bajo asedio. Una fiesta de pijamas… Las posibilidades son infinitas. Como las de las piezas de Lego.
La Casa del Árbol está repleta de características que inspiran el juego y fomentan la imaginación. Formada por tres estancias entre la base y la copa del árbol, que es extraíble, su característica más especial es su material.
Las plantas y hojas que la forman (185 unidades) están fabricadas en materiales sostenibles obtenidos de la caña de azúcar. Además, los elementos que forman la copa del árbol son intercambiables: hojas verdes en verano, y hojas de otoño en color amarillo y marrón.
Diseño sostenible
Durante 2018, Lego comenzó a fabricar a partir de polietileno de origen vegetal, utilizando caña de azúcar de origen sostenible como materia prima. Los elementos escogidos, bastante obvios: árboles, hojas y arbustos que protagonizan todo tipo de sets.
Las nuevas piezas no tienen ninguna diferencia en calidad, durabilidad y apariencia. El polietileno de base vegetal cuenta con las mismas características que el convencional.
El objetivo para el gigante juguetero danés está marcado a fuego: que todos sus productos se fabriquen con materiales sostenibles para 2030. El planeta y su conservación merecen el esfuerzo.
A día de hoy, y a falta de 11 años para «llegar a la meta», todos los árboles, hojas y arbustos y muchos otros elementos de LEGO (más de 80 tipos) ahora están hechos de polietileno verde, que está hecho de etanol producido a partir de caña de azúcar de origen sostenible. La caña de azúcar se cultiva en Brasil, se obtiene de manera responsable y no compromete la seguridad alimentaria.