Tres ventanas y una escalera: los básicos de Unparelld’arquitectes en Olot.
Cuatro elementos fundamentales para una reforma. Así han resumido la rehabilitación de este apartamento en Olot desde el estudio Unparelld'arquitectes: con tres ventanas y una escalera.
Eduard Callís y Guillem Moliner han tirado de los básicos para dar identidad al piso dúplex para una pareja. Una vivienda originalmente muy fragmentada, con piezas demasiado estrechas. Que se ha transformado en un vibrante piso con escalera como centro, y tres ventanas que le aportan toda la luz necesaria.
La escalera como centro
La estructura de este piso con escalera es de base sencilla. Un frente con tres huecos repetidos, de antepecho bajo y orientados a poniente. Con la ya comentada escalera, de tramo recto, enfrentada a la ventana central. Tal como nos explican Unparelld’arquitectes, «estos elementos toman valor y estructuran la vivienda».
Y para relacionar las «tres ventanas y la escalera», que han dado nombre y sentido al proyecto, se ha incorporado una tarima a lo largo de la fachada, elevada dos peldaños del suelo. Que además de formar una bancada para sentarse a la luz, ensancha el paso entre la fachada y la escalera y conforma un comedor pequeño e íntimo.
La tarima está construida con tablero OSB, un material ligero, económico y que no necesita acabado. Y que se ha extendido además al resto de pavimentos de las estancias principales, incluida la escalera.
De la necesidad de resolver el acabado y la resistencia del canto del tablero surgen los detalles constructivos, en chapado negro y latón.
El color escogido para el resto de las estancias es el rosa, en diferentes tonalidades para diferenciar espacios y detalles.
La escalera también permite apoyar la cocina reubicada. Mientras que por el otro lado se abre a la estancia principal, una sala generosa de 4 x 4m.
La sala está acotada mediante una serie de diafragmas, como un dintel escalonado, un zócalo alto o la misma tarima. Estos elementos gradúan la jerarquía respecto al resto de espacios domésticos y contribuyen a la profundidad visual del piso.
Por otro lado, un ligero ajuste de las habitaciones de la planta superior permite configurar un vestíbulo-vestidor de llegada de la escalera, bañado con luz natural.
Fotografía: José Hevia