Holocene de Wästberg, candelabros de diseño y fuego.
Después de apenas una década de actividad, la compañía de iluminación Wästberg es una realidad reconocida y reconocible. Desde su sede en Helsinborg, en el Sur de Suecia, ofrece lámparas que suponen un delicado trabajo de ingeniería en el que «la luz es protección y confianza».
Pero ahora han decidido dar «un paso atrás en la Historia». Lanzando fuentes de luz que no requieren electricidad. Holocene es una colección que nace como homenaje al fuego, y por extensión a la especie humana. Sus primeros productos vieron la luz hace unos meses, en el centro de conferencias Skridskopaviljongen de Skeppsholmen.
Un repaso a la Historia
El Holoceno es, en términos geológicos, la época actual. Comenzó hace 11.700 años, cuando terminó la última era glacial. Es el tiempo dominado por el hombre, por lo que también se conoce como Antropoceno. Durante el Holoceno, el ser humano ha evolucionado del cazador-recolector al sedentarismo. Debido a los cambios climáticos, y también al conocimiento y el control sobre el fuego.
En palabras de Magnus Wästberg, fundador y CEO de la marca con su mismo nombre, Holocene es «el periodo en el que el hombre vivió en armonía con la naturaleza, fue cuidadoso con los recursos, y cuidó y respetó el Fuego sin permitirle descontrol… ni literal ni simbólicamente».
Wästberg presentó esta idea de homenaje al fuego como materia prima a algunos de los principales diseñadores del mundo. Y así fue creada esta colección de la marca.
Holocene No. 1: Ilse Crawford
La diseñadora de Studioilse ha creado una lámpara de aceite inspirada en la tradición. Su forma clásica de cuenco permite sacar a relucir la plasticidad de un material como el latón.
Crawford ya ha creado algunas luminarias para Wästberg, y en esta ocasión vuelve a demostrar su alta capacidad de crear muebles y productos que apoyan y mejoran el comportamiento y las acciones humanas en la vida cotidiana.
Holocene No. 2: David Chipperfield
El diseño cilíndrico creado por el arquitecto británico David Chipperfield permite una tamización de la luz muy interesante para una lámpara de aceite.
«La gente pensará así en otra manera de iluminación, y qué tipo de iluminación nos hace sentir bien», nos explican desde Wästberg.
Holocene No. 3: Jasper Morrison
El supernormal Morrison es el autor de un candelabro, también en latón.
Una simple protuberancia hecha para sostener una sola vela alta.
Holocene No. 4: John Pawson
Pawson firma un farol de acero inoxidable y aluminio, con un tambor exterior mate y un núcleo interior pulido para reflejar mejor la luz.
Una pieza independiente con un mango de metal cuadrado que se extiende desde la pantalla cilíndrica en la base. Y que gracias a una muesca central en forma de dedo en la parte superior es fácilmente transportable. Un objeto mínimo, sin adornos, en línea con el estilo del arquitecto.
Holocene es, en definitiva, el tributo de Wästberg al fuego. Y también al ser humano.