Diseño sostenible: el producto como motor del cambio.
Nada mejor que un maestro para comenzar. El diseñador Achille Castiglioni decía que diseñar era la profesión más difícil del mundo. «Tenía razón, porque no hay nada más difícil que crear algo que no existe. Y en un mundo que cambia constantemente, el reto es aún mayor». Palabras de Oriol Guimerà, coordinador del Master en Diseño Sostenible del IED Barcelona, sobre el papel del diseño de producto en un contexto que debe hacer frente a nuevas realidades cada vez más complejas. Y donde la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se sitúa como desafío y oportunidad de cambio.
«Nos encontramos ante una disyuntiva: crear productos para el placer del creador y el mercado; o bien afrontar una complejidad como nunca antes se ha afrontado», afirma Guimerà. Subrayando también el papel de esta disciplina para «entrar en el fondo de los problemas, dando un paso al frente con responsabilidad».
Reflejo de esta filosofía son los proyectos que los alumnos del Máster que coordina han realizado en colaboración con la fundación sin ánimo de lucro We are water. En torno a uno de los grandes problemas medioambientales: la escasez de los recursos hídricos.
«Es más sencillo diseñar una silla, cuando todos tenemos el arquetipo de una silla en la mente, que plantear soluciones sobre cómo sensibilizar y usar de manera responsable el agua, no sólo a través de una campaña, sino con productos que mejoren la calidad de vida hoy y en el futuro», detalla Guimerà.
Los proyectos del máster
Así, los estudiantes idearon cuatro propuestas orientadas a la sensibilización y la gestión sostenible del agua. Partiendo de los mismos puntos de interés, pero ofreciendo soluciones distintas, enriquecedoras y complejas.
Desde sistemas de recolección de agua de lluvia y filtrado hasta renovación de las fuentes públicas de la ciudad de Barcelona, pasando por la creación de una red internacional que conecte escuelas de todo el mundo, «los proyectos –nos explican– son coherentes y pueden constituirse como punto de partida para una mejor visión de la gestión del agua y el confort de las personas a nivel urbano, social y doméstico. Algunos de los diseños pueden pasar a fase de desarrollo con facilidad».
Rain Mates
Rain Mates parte de la idea de aprovechar el agua de lluvia. Este proyecto es un sistema recolector en forma de parasol, pensado para promover la cultura del agua en los centros educativos.
Milluv
Milluv por su parte es un dispositivo de fácil instalación para balcones o fachadas, que se concibe como alternativa al suministro habitual de agua.
Stalactite
Otra propuesta para el ámbito del consumo doméstico es Stalactite, fabricado con materiales sostenibles como la terracota y el corcho, que permite filtrar y dotar de minerales al agua del grifo, convirtiéndose en alternativa al agua embotellada.
Vessa
Por su parte, Vessa está pensado para su uso público en el entorno urbano al plantear la renovación de sus fuentes mediante un dispositivo de dos brazos a diferentes alturas (el superior, para adultos y el inferior, para niños y personas con movilidad reducida) y fabricado principalmente a partir de plástico reciclado. Vessa cuenta, además, con un código QR con información sobre la calidad del agua y el trabajo de la fundación We are Water.
El diseño sostenible enfoca los grandes retos presentes y futuros con una visión distinta, orientada a ofrecer no solo soluciones inmediatas sino respuestas a largo plazo, que no hipotequen el futuro de las generaciones venideras y del medio ambiente. En este sentido, Guimerà ha apuntado a que esta apuesta «implica una nueva creatividad, que afecta a cada decisión que como diseñadores debemos tomar» y «precisa de potenciales líderes del cambio con una visión responsable, avanzada, holística y disruptiva de la profesión».