Estilo vintage a orillas del Báltico.
En los proyectos de rehabilitación, su trabajo no se limita al contenedor arquitectónico, si no que suelen ocuparse también de la elección del mobiliario. Sus propuestas combinan piezas diseñadas por ellos mismos, junto a elementos vintage de mobiliario, iluminación, cerámica, impresiones, alfombras… especialmente seleccionados.
En esta ocasión, la vivienda renovada se encontraba en un edificio de 1935 frente a un parque de dicha ciudad polaca. Un apartamento de estilo vintage, con una superficie de 200 m2 distribuidos en tres plantas. Al igual que en proyectos precedentes, recuperar los elementos de valor originales del edificio fue uno de los objetivos principales.
De esta manera, se dio especial protagonismo a la escalera principal, realizada en madera y dotada de una bella barandilla curva.
El blanco fue el color escogido para pintar todos los muros de la casa.
De esta forma, se multiplica la luminosidad y se crea una imagen unitaria, reforzada por el pavimento de madera utilizado en todas las estancias principales.
Elementos de diseño propio
Los autores del proyecto han vuelto a demostrar su maestría en la utilización de materiales como el acero (aparador y chimenea de la sala de estar del primer piso, mobiliario del baño…) y la madera (mesa de la cocina, armarios empotrados del pasillo…).
Una inmersión en el diseño europeo del siglo XX
Estos funcionales elementos se combinan con otros más especiales, pertenecientes a diseñadores europeos del siglo XX. Studio Loft Kolasiński está especializados en localizar piezas inusuales en subastas y en colecciones privadas, que restauran prestando especial atención en preservar su carácter original. En sus proyectos descubrimos el trabajo de diseñadores del este de Europa, completamente desconocidos para nosotros, o de piezas interesantes que han caído en el olvido.
En esta ocasión se han incluido lámparas del diseñador polaco Apolinary Jan Gałecki (la icónica Lampa stojąca) y del danés Asger Bay Christiansen (lámpara suspendida Faidon).
Con respecto al mobiliario, se combinan butacas con geométrica armadura de madera del diseñador holandés Rob Parry y con la confortable butaca (Pulkka) tapizada en cuero del finlandés Lappalainen Limari.
Entre todas ellas destaca el escultural y curvilínero sofá modular M86 Corbi, ideado en 1969 por el creador alemán Klaus Uredat.
El proyecto también incluye piezas del checo Miroslav Navratil y del italiano Giancarlo Piretti. La obra gráfica que decora las paredes pertenece al artista lituano Stasys Eidrigevicius.
Fotografías: © Karolina Bąk