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Una casa-showroom en la Alhambra… de Barcelona.

En los pies del Turó de Monterols se esconde uno de los edificios más particulares de la zona alta de Barcelona. Su ubicación en la calle Berlinès, poco transitada, lo convierte en una joya que pasa desapercibida para la mayoría de transeúntes. La fachada es una auténtica alegoría a la arquitectura morisca: una réplica de la Alhambra de Granada. En el interior descubrimos una casa-showroom recién rehabilitada. Entramos en ella para imaginar cómo debe ser vivir en la Alhambra... en Barcelona.

Un regalo por amor

Cuentan en el barrio que a finales del siglo XIX llegó a Barcelona un médico alemán llamado Dr. Otto Streitberger con su esposa granadina Rosario Pequeño. La ciudad estaba en plena expansión. Se derribaron las murallas del centro y la burguesía catalana se instaló en el área de Sant Gervasi, que por aquel entonces era una zona independiente de la metrópoli. Al parecer, el médico berlinés adquirió parte de los terrenos que en 1866 vendió Josep Castelló i Galvany para empezar a edificar la zona del Monterols. Coincidiendo con el auge de la arquitectura de estilo oriental, Streitberger mandó construir nada más y nada menos que una réplica de la mismísima Alhambra para que su mujer se sintiera cerca de su tierra natal.

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La Alhambra de Domènec Balet

Leyenda o historia real, lo cierto es que el edificio se construyó en 1875 y fue obra original de Domènec Balet i Nadal. La fachada reproduce las clásicas formas geométricas del arte islámico, con sus exóticos capiteles y vidrieras de color.

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El Patio de los Leones en pleno Upper

El interior del edificio alberga una réplica exacta del Patio de los Leones de la Alhambra. Al entrar en él, rodeados de arcos, bóvedas, paredes esculpidas y azulejos andalusíes, cuesta recordar que uno se halla en plena zona alta de Barcelona.

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Vivir en la Alhambra

En la planta baja del edificio localizamos una vivienda particular que, paradójicamente, se ha reformado con alguna pincelada de estilo industrial. La rehabilitación ha ido a cargo de Placonstruct, un estudio 360º que engloba desde el proyecto hasta la ejecución de la obra e interiorismo. Para la ocasión han contado, además, con la colaboración de Ros +Falguera Arquitectura.

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Partir desde cero en un edificio protegido

La principal dificultad que encontraron Miquel Pla y Laura Moreno, al frente de Placonstruct, fue el estado en el que se encontraba el local. El mayor reto fue darle forma, puesto que nunca antes había sido vivienda. Ante ellos, 200 m2 de espacio interior y 150 m2 de jardín que había que reconstruir partiendo de cero y respetando los espacios comunes. Al tratarse de un inmueble protegido, todas las ventanas y cristaleras debían conservarse.

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Suelo radiante, pared de obra vista

También había que respetar la forma de la puerta principal, que se realizó en madera combinada con cristal translúcido para aprovechar la iluminación. Asimismo, se conservó de origen la pared de obra vista que separa la cocina de la zona de entrada. Y dada la extensión de la planta, se optó por un suelo porcelánico con calefacción incluida.

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La gran chaise longue

El interior se divide en una gran zona común, tres habitaciones (una suite y dos individuales) y tres baños. Sin duda, la protagonista del amplísimo salón es la chaise longue doble, que combina con un gran sofá de terciopelo gris. Ambos de Azul Tierra.

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El espacio, completamente diáfano, conecta con el comedor, presidido por una gran mesa de madera con estructura de hierro, diseñada y producida por el propio estudio.

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Cocina abierta

Una isla central de Neolith conforma la cocina. La nevera y los electrodomésticos quedan integrados en un módulo ubicado detrás de la pared de obra vista.

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Un estudio en las alturas

Una de las particularidades de la vivienda es su vasta altura. El techo, abovedado en las zonas comunes (cocina, living y comedor) se eleva hasta 4m, lo que permitió crear un estudio alzado. El suelo de este altillo combina parquet y cristal, montado con tubo metálico estructural y vidrio de seguridad. El espacio de trabajo aprovecha la iluminación general del comedor, que se refuerza con focos de superficie orientables. La silla procede de un anticuario del Empordà y aporta un toque industrial al espacio.

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Una suite floreada

En cuanto a la suite principal, destaca la elección de un papel de pared floreado, de Designers Guild, que toma una nueva dimensión al reflejarse en el espejo del baño.

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El pequeño oasis

La zona exterior alterna césped artificial y microcemento, sobre el que yace la mesa de madera de iroco (también diseñada y producida por Placonstruct). Las sillas son de Kenay Home y el resto de mobiliario y lámparas de Maisons du Monde.

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En definitiva, una casa-showroom de lo más peculiar que los propietarios tienen pensado abrir para eventos y presentaciones. Un local que los localizadores y space hunters no deben perder de vista…

Proyecto, ejecución e interiorismo de Placonstruct
Con la colaboración de Ros +Falguera Arquitectura
Fotografías de David Maria
Edificio Alhambra. c/ Berlinès, 5. Barcelona

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