La casa imaginada de Paola Navone, la diseñadora que nació pez.
Paola Navone es una italiana rotunda, pero ella dice que en realidad es un pez. Escurridiza, inquieta, acuática, colorida, diseña de aquí para allá sin dirección aparente. Y sus referencias a los peces son múltiples en sus diseño, incluso su tarjeta de visita tiene forma de pez.
Pudimos conocerla en persona en la pasada Feria del Mueble de Estocolmo donde, como invitada de honor, creó un espacio efímero que quería representar Su Casa. Una casa tan optimista como esta gran dama del diseño, que no sabe lo que es aburrirse. Esta arquitecta, diseñadora y artista ha creado en su vida de todo, tanto objetos, como textiles, o espacios increíbles y casas maravillosas. Diseñar es una aventura para Paola Navone. Bienvenido su aventurero mundo.
Para el diseño del espacio, Navone partió de su libro Tahm ma da, The Adventurous Interiors of Paola Navone, una obra recopilatoria de su obra realizada por Spencer Bailey. Para el libro se diseñó con una cubierta estampada en turquesa, rojos, verdes azules y topos negros sobre blanco, y a partir de este pattern se ha diseñado también la Casa Navone en la feria escandinava.
El mobiliario de dicha casa efímera son piezas recogidas casualmente y unidas por esta gama de colores a priori imposible. Han sido dispuestas en un espacio donde salón, cocina, comedor e incluso jardín, recrean todo el universo Navone. No importan los materiales: ricos y humildes, naturales y artificiales se han mezclado con sabia e intuitiva maestría por la diseñadora más optimista.
La mayoría de las piezas son diseños suyos escogidos entre su más que prolífica obra, pero ha encajado también luminarias de otros diseñadores reconocidos, o materiales modestos como las cajas de cerveza o las cortinas de plástico. La cocina y la mesa son partes importantes de las creaciones de Navone, que tiene colecciones absolutamente maravillosas para casas como Serax.
Taburetes de topos, cojines de rayas, sillas re-aprovechadas o lámparas hechas de viejos coladores complementan esta casa ‘more is much more’. Como un cajón desastre, la diseñadora reúne y apila en ella todo aquello que su mente cree que puede formar parte de su Tham ma da cotidiano. Ella lo coloca y mágicamente, todo encaja.
Las flores de fieltro que conforman el centro del espacio parecen sacadas de una escena de Alicia en el País de las Maravillas. Navone las encontró por casualidad y se las ‘apropio’ para el jardín de esta casa imaginada: sobredimensionadas y coloridamente artificiales, conjugan el gusto Navone a la perfección.
Tham ma da significa ordinario, simple, en Tailandés. La diseñadora aprecia las cosas sencillas, se fija en lo que nadie ve, y lo convierte en diseño. Hace que lo ordinario sea extraordinario. Es una caza-tesoros, una cool-hunter del objeto, su curiosidad es siempre desboradante. Y por ello es una incansable viajera; en Asia ha encontrado su segunda casa. Siempre fue anti-académica, anti-minimalista, anti-status quo. Siempre fue irreverente y transgresora, ahora con la edad su rebeldía se ha vuelto color y optimismo. Colecciona cosas, físicamente o en su cerebro… y diseña a partir estos objetos encontrados que aparentemente no tienen relación ni sentido estético alguno. Dice que su diseño es «como una tortilla, puedes ponerle lo que quieras, y si eres buen chef, seguro que está buena».
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