Suite de vacaciones en la playa de Santa Pola.
«El propietario quería transformar el apartamento y adecuarlo así al modo de vida y gustos actuales, a través de estancias más amplias y con mayor capacidad de almacenaje» cuentan los interioristas. Para lograrlo, el estudio se concibe como una gran suite de hotel, con todas las estancias conectadas.
Aglutinar usos en un mismo espacio
Para lograr estancias amplias y desahogadas, Manuel y Belén han optado por reunir usos. Así, y con la zona de día ocupando un único espacio diáfano, los dormitorios se han diseñado abiertos al salón. Orientados hacia la zona exterior, estos pueden además aislarse gracias a vidrios y celosías correderas.
Integrada y delimitada por la zona de estar, la mesa de comedor Reverse de Andreu World –acompañada de sillas CH24 Wishbone de Carl Hansen– cuenta con un banco de madera de apoyo anclado a la pared. Una solución típica de los espacios de restauración, utilizado aquí para ganar superficie.
Perpendicular al banco y casi a la misma altura, una estantería delimita y da servicio tanto al estar como al comedor.
Frente al sofá chaise lounge, diseñado exprofeso por Manuel García y su equipo, se han colocado dos mesas de centro Tab, de Sancal. En la esquina y junto a una mesa de rincón Tria de Kendo, la luminaria de pie Tab, de Flos.
Abierta al salón-comedor, la cocina cuenta con una encimera en L de diseño propio, que alberga los electrodomésticos y el almacenaje. Un telón de fondo blanco, sólo roto por el paño de madera que delimita con el salón.
Para el pavimento se ha utilizado un porcelánico imitación terrazo de la firma Vives. En contraste, la madera de roble aporta calidez y un aspecto más sólido al espacio.
Espacios fluidos y comunicados
Abierto hacia la zona de día, el dormitorio principal logra una comunicación fluida y una mayor amplitud visual. «Al tratarse de un apartamento vacacional, hemos podido alejarnos de los convencionalismos normalmente asociados a las viviendas», señalan los interioristas.
Las dos celosías que separan el dormitorio del living se repliegan en la zona de almacenaje entre ambas. Se crea así un vestidor de generosas dimensiones a la entrada del dormitorio.
Como el vestidor, el cabecero del dormitorio principal ha sido también diseñado por el estudio de Manuel García. Las mesitas de noche son el modelo Palma, de Mobenia.
La celosía de madera y vidrio que separa baño y salón deja entrever la ducha, permitiendo así que la luz llegue a todas las estancias.
Como en el resto de zonas húmedas, en el baño se ha optado por un azulejo tradicional 10×10 cmm, en blanco mate de Cinca, revistiendo paredes y techo. La encimera es la Silestone WhiteStorm.
Nada más entrar y frente al baño, un segundo dormitorio alberga dos camas y una pequeña zona de almacenaje.
Fotografía: Diego Opazo