Una vivienda que se repliega en el centro de Pekín.
Hace unos meses os presentábamos el proyecto Tea House de los mismos arquitectos. Lo podéis leer aquí.
Situada en Paizihutong, al sur de la plaza de Tiananmen, en Pekín, la nueva construcción busca deshacerse de la imagen solemne y estereotipada de los Siheyuan originales, y alojar en su interior una atmósfera abierta y dinámica. Un objetivo que los arquitectos han logrado superponiendo una capa ondulada de ladrillo gris al pavimento original, con el que conectan espacios a muy distintos niveles.
Como un organismo vivo, el suelo atraviesa el patio y penetra en el interior de la vivienda, dando lugar a un juego fluido que diluye límites entre dentro y fuera. El árbol de espino original se ha conservado, como parte del nuevo paisaje que lo envuelve y se retuerce en torno a él.
Muy versátil, la nueva construcción puede ser utilizada tanto como vivienda como para celebrar eventos públicos. Para ello, los arquitectos han diseñado un espacio que, sin cambiar la estructura, permita este uso múltiple, a partir de un mobiliario integrado que facilite el cambio de forma rápida y sencilla.
Ya dentro, los espacios vivideros se han situado sobre la pared y en continua relación con el patio, al que abren a través de grandes planos acristalados; con las áreas auxiliares y de servicio como la cocina, el aseo y el almacén, ocultos tras ella.
Orientada a Norte, la sala principal se ha diseñado con una cama oculta en la pared y una cortina perimetral que facilitan el uso múltiple.
Con las cajas de muebles incorporadas dentro de los marcos de madera de roble existentes en las alas este y oeste, las estancias laterales ocultan bajo la plataforma de madera una mesa que les permite ser utilizadas como salón de té o dormitorio.
Por la noche, la iluminación potencia el caracter envolvente y sinuoso del pavimento de ladrillo.
Fotografía: Wang Ning, Jin Weiqi