Casa en San Sebastián. Una gran suite abierta.
La casa fue habitada durante años por una familia con tres hijas hasta que, ya mayores, dejaron de vivir en él. La propietaria se encontraba con una vivienda muy compartimentada, con 5 dormitorios distribuidos a modo de espina de pez por un pasillo de 12 metros, y un salón de dimensiones modestas. En la práctica, tenía un piso de 160m2 y solo disfrutaba de 50 con regularidad.
El proyecto planteaba adaptar la vivienda a este nuevo momento vital, organizándola de tal modo que generase una nueva cotidianeidad para la propietaria. Esta nueva situación habitual requería poder disfrutar de amplitud de espacio y abundancia de luz.
Del mismo modo, debían poderse organizar con comodidad reuniones familiares ocasionales.
Aunque estemos en un contexto urbano, el piso se encuentra en un bloque de viviendas rodeado por un entorno ajardinado. Tres de los cuatro lados de la planta del piso están abiertos hacia el exterior, por lo que otra de las voluntades del proyecto era incorporar la presencia del exuberante verde que rodea el edificio en el día a día.
A nivel de distribución, el piso se organiza alrededor de un núcleo revestido de baldosas color chocolate de gres de 5x5cm.
Éste, además de definir las circulaciones, contiene cocina, baño, lavadero y chimenea.
De esta forma se cumplen los deseos de la propietaria, ya que la vivienda es básicamente una gran suite abierta que además contiene una cocina y una habitación compartimentable para invitados.
Fotografías: © José Hevia