Marta Caro, una joven promesa del diseño en el SoHo.
Un año más tarde, «cruzó el charco», y ahí empezaría su gran aventura profesional. Empezó trabajando en la reconocida agencia de diseño 2×4, para clientes como Prada, Pamm Museum, Rubin Museum of Art, Design Within Reach, Herman Miller, etc. No satisfecha del todo, quiso probar suerte y fue recompensada por ello. The Line, una pequeña empresa en el mundo de la moda y del lujo, que justo entonces se estaba lanzando al imperio de las start-up, fichó a Marta. Dos años más tarde, The Line es una marca de referencia, Marta es lead designer, y ésta es su vida.
Marta, The Line es un concepto de tienda súper atractivo. Cuéntanos más sobre él.
The Line reúne objetos de lujo seleccionados cuidadosamente para la vida cotidiana como productos para el hogar, belleza, y mucha moda; y los sitúa en su contexto en sus dos formas online y offline.
Cuando entro en su web no tengo la sensación de estar en una tienda online, sino más bien de encontrarme en una web con espíritu de storytelling.
Para mí éste es uno de los éxitos de The Line. Ha conseguido transformar la experiencia de shopping online en algo más. La intención es que uno aprenda y se inspire con los objetos y ropa que está comprando. Ahí es donde The Line aporta el valor y crea una experiencia interesante y diferente al resto de tiendas online.
¿Con qué herramientas contáis para crear todo ese mundo?
En el mundo online, producimos editoriales inspiradoras que enseñan el producto que vendemos, aportando valor no solamente a través de su estética sino también explicando la historia, quién lo diseñó, cómo se fabricó, etc. Y The Apartment by The Line es su versión off-line. Un espacioso loft en el barrio del Soho que invita a los individuos a comprar dentro de la intimidad de una casa y aprender de cada uno de los diseños que descansan en su interior.
¿Y cómo es en concreto esa experiencia en The Apartment? Todos los objetos parecen relacionarse entre ellos.
The Apartment by The Line se sitúa en un edificio histórico en pleno corazón de Soho, se accede a través de un ascensor que conecta directamente desde la calle. Cada objeto está colocado de manera que gana un nuevo significado y relevancia a través de su contexto. El visitante está invitado a sentarse en el sofá, pasearse y curiosear como si estuviese en casa de alguien desconocido. Puede imaginar quién vive ahí, qué es lo que hace, cómo viste, o cuál es su vida. Es un lugar donde contemplar, inspirarse, descubrir y saborear el buen diseño y la selección de los productos en su contexto, y a la vez aprender de su historia.
Si tuvieras que escoger tres objetos de The Line para tu casa, ¿cuáles te llevarías?
Uff, ¡qué difícil!. Un taburete de madera petrificada, coleccionado en exlusiva por The Line, que se puede usar como mesita de noche, silla, o pedestal. Me gusta por la nobleza del material y lo versátil que es. Me chiflan las alfombras vintage marroquíes que The Line consigue, son todas perfectas dentro de sus imperfecciones. Y la lámpara Paréntesis de Achille Castiglioni, un clásico que nunca pasará de moda.
Además de tu trabajo en The Line, tienes tus propios proyectos personales, Marble Journals, un proyecto absolutamente plástico. Me encanta el nombre, un diario de texturas que me van transmitiendo sensaciones. ¿Cómo lo empezaste y por qué?
Hará un poco más de un año fui a un taller donde se enseñaba la técnica de marmoleado tradicional turca llamada “Ebru”. Me encantó el proceso, tiene algo muy meditativo para mí, desde entonces no he parado de pintar con marbling. Fui acumulando papeles y quería darles una salida, así que pensé en exponerlos online. La técnica consiste en pintar en agua o transferir esta tinta que flota en papel. Se consiguen estampados similares al mármol (de ahí su nombre) y otros tipos de piedra. Es una técnica muy antigua que originalmente se utilizaba como superficie para escribir caligrafía y en especial para hacer cubiertas de libros, encuadernados, y papelería en general. Lo mas especial de esta técnica es que cada papel es único e irrepetible.
Y de ahí, surgió la oportunidad de diseñar tu primera línea de bañadores.
Efectivamente, todo empezó cuando me presenté a un concurso que organizaba Print All Over Me con mis estampados marmoleados aplicados a una línea de bañadores. Es una pieza de ropa que siempre me ha atraído mucho, porque puedes arriesgar con colores y estampados. Fui uno de los artistas seleccionados de la primera edición “Paom Endowment for Extraordinary Design”. El premio consistía en $2000 para la producción de mi proyecto. Decidí crear una colección de ropa de baño llamada Isles, cuyos estampados están inspirados en islas del mundo. Podéis ver todas las fotos de la colección en mi web o en instagram, y comprar los bañadores en mi tienda online de Print all Over Me.
No paras Marta, ¿alguna idea personal más en cabeza para realizar en un futuro?
Me encantaría hacer algo con vídeo, hay algo muy satisfactorio visualmente cuando las gotas de la tinta caen en el agua e interactúan con los demás colores. También me gustaría hacer wallpapers u otros productos. Imagino millones de cosas donde aplicar esta técnica.
Marta, ¿tienes NY para rato?, ¿qué te gustaría conseguir aquí antes de pensar en volver a España?
Ahora mismo me interesa mucho aprender dirección de arte de fotografía. Quiero empezar a explotar esta faceta, mantenerme activa con mis proyectos paralelos, y seguir el rumbo que marque mi intuición.
Queremos agradecer a Marta Caro el tiempo que nos ha dedicado para poder realizar esta entrevista. Podréis saber más sobre ella en martacaro.com.
Entrevista y textos equipo Slowkind
Productora de contenidos digitales y editoriales. Creamos historias para inspirar, motivar y compartir – slowkind.com
Fotografías Lucía Fainzilber y Marta Caro
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