Mygdal Lamp, la planta que crece sin luz natural ni agua.
«La naturaleza contribuye significativamente a nuestro bienestar y, aunque las plantas desempeñan un papel cada vez más importante en nuestro entorno urbano, no todo el mundo tiene acceso a ellas ni a la luz solar en su día a día» afirman los diseñadores, que con esta lámpara logran introducir las plantas en los entornos más oscuros.
Su nombre hace homenaje a la aldea Mygdal (traducida como ‘tierra fértil’) del norte de Dinamarca, donde vive el vidriero que ha trabajado junto a los diseñadores en su materialización. Fabricada en vidrio soplado hecho a mano y aluminio, está disponible en versión suspendida o de pie, y en dos tamaños diferentes (35 cm de alto x 24 cm de diámetro de base, la pequeña; y 70 cm de alto x 48 cm de diámetro de base, la grande).
Con un funcionamiento que simula el de nuestra atmósfera, cuando el LED está encendido la planta es capaz de producir oxígeno por fotosíntesis, que utiliza para vivir cuando se apaga la luz. Herméticamente sellada, el agua permanece en su interior, generándose así un proceso de crecimiento cíclico que hace que no necesite riego. Las piezas de aluminio desmontables hacen posible abrir la lámpara si se desea añadir una nueva planta en su interior.
Combinando luz y naturaleza, Emilia Lucht y Arne Sebrantke han logrado con esta lámpara introducir las plantas en entornos donde hasta ahora era impensable su supervivencia, generando además una atmósfera envolvente y relajante. «Mygdal es el resultado de analizar las fuentes de luz que rodean nuestra vida cotidiana» señalan los diseñadores, que buscan con su trabajo explorar las ideas no convencionales que enriquezcan el día a día.
Fotografía: ErwinBlock Photography