La casa mediterránea, revisada en Bodrum.
Partiendo de un entorno completamente descontextualizado, los responsables de Ofist -Yasemin Arpac y Sabahattin Emir-, han querido dar la vuelta a las preexistencias y crear una casa con carácter mediterráneo, en armonía con la cultura y el contexto local. Un lugar sencillo y al mismo tiempo sofisticado, acogedor y elegante, ocupado por una familia con dos hijos adolescentes.
Materiales naturales como la madera, el hierro y la piedra se han aplicado teniendo en cuenta el carácter local; con trabajadas paredes de pizarra, detalles ornamentales en los techos de escayola que recuerdan las aplicaciones tradicionales de la zona, y un espectacular falso techo descolgado en el salón, imitando la estructura de un techo de madera tradicional.
El mayor reto fue el compatibilizar todos estos materiales y tradición local con el día a día y las necesidades de la vida moderna. «La familia, que llevaba años trabajando en el mundo del Prêt-à-porter, seguía las tendencias y estilos de moda, y conocía a la perfección todos los tejidos y técnicas del mercado» cuentan los responsables de la intervención. «Sabían perfectamente lo que querían y, aún más importante, eran capaces de definirlo» añaden.
Como los mismos diseñadores señalan, durante el proceso fueron testigo de las grandes diferencias existentes entre el diseño de moda, de rápido consumo, y el arquitectónico, de larga duración. Piezas, colores e ideas que han sido combinadas con principios arquitectónicos establecidos que, aunque tratan de mantenerse ajenos a las tendencias, «acaban aceptando su inevitable e inseparable relación«.
Fotografía: Ali Bekman