Descubrimos la Arquicostura con Raquel Rodrigo.
No es la primera vez que vemos cómo los trabajos manuales de toda la vida se vuelven plena actualidad. Por ejemplo, la tendencia del macramé que vuelve después de más de 30 años en el olvido, o esta revisión sacada de escala del punto de cruz para conseguir obras que mezclan a la perfección tradición y modernidad. No es la primera vez que Raquel interviene con sus obras en las calles de Valencia, también hemos podido verla en Londres o Madrid.
Flores de colores que cambian y alegran un portal, un solar abandonado en el que colgar una joya cosida o un nuevo toque a la puerta de un almacén son algunos de los trabajos que hemos visto de Arquicostura.
Y para este año, el formato escogido sí que sale de escala: así ha sido la colaboración con Cervezas Alhambra.
Cervezas Alhambra: hay cosas que necesitan tiempo
El primer proyecto artístico de la plataforma de creación contemporánea lanzada por la marca Alhambra es una impresionante obra mural situada en la Casa del Relojero del barrio valenciano del Carmen. Una instalación mural de 77 m2, bordada a mano siguiendo la técnica tradicional de punto de cruz adaptada a los códigos actuales.
Con inspiración extraída de la cuna de la marca cervecera, los rincones de Granada y la Alhambra sirven de base para una espectacular instalación que transmite la esencia de los mosaicos, la magia de sus colores y, por supuesto, la necesidad de hacer las cosas con tiempo.
La obra se compone de 28 paneles de 3×1 m bordados con cordones de seda y yute, y un mensaje encriptado dentro de seis hexágonos policromados, motivos inspirados en los mosaicos de La Alhambra, que invita a todo el que pase por este espacio singular a pararse, a tomarse el tiempo necesario para poder apreciar y disfrutar de todos los detalles.
A una distancia determinada, el ojo humano mezcla los colores en la retina y aparece la imagen. Un juego visual donde los espectadores necesitan buscar el ángulo para leer el texto, pararse un momento para ver los mensajes que se integran en el bordado. «Una forma propia de ver el mundo, que los artesanos contemporáneos comparten con Cervezas Alhambra», nos explicaron en Valencia.
En su elaboración han participado 20 personas que, en el taller de la artista, han empleado 2.480 horas para tejer los 40.000 metros de hilo usados. Un trabajo delicado y pesado cuyo resultado ahora realza uno de los solares del centro de Valencia, y que recomendamos visitar en una de las ciudades que más cuida el diseño y el arte en nuestro país.
Intramurs – Festival per l’art a València
20-30 octubre 2016