Carácter mediterráneo en Hong Kong.
Con una superficie que varía entre los 20 y 30 metros cuadrados, todas las estancias apuestan por un interiorismo fresco, urbano y desinhibido. «Nuestro mayor objetivo ha sido mantener los utensilios compactos para liberar el máximo de espacio de ocio posible, sin prescindir por ello de diseño ni funcionalidad» afirman los diseñadores, que han apostado por una estética común en todas ellas, a pesar de su muy distinta forma, tamaño y distribución.
Rojo carmesí, verde manzana, amarillo y naranja han sido los colores elegidos para ampliar visualmente las habitaciones, en combinación con un característico patrón de rayas blancas y negras que, empleado en piezas puntuales, aporta personalidad al espacio. Una acertada combinación de líneas simples, ángulos rectos, materiales cálidos y vibrantes colores, que genera espacios únicos, acogedores y funcionales.
El mueble contenedor de Corian bicolor de la zona de cocina y lavamanos combina a la perfección con el caracter monocromo de cada apartamento, a la vez que se aprovecha para esconder espacio de almacenamiento y objetos de cocina en su interior. En todas las estancias se ha tratado de disponer del máximo espacio habitable, reduciendo el número de obstáculos posibles, como el cuarto de baño, que se ha ocultado tras una caja de cristal.
Al igual que ocurre en el hotel, el nombre de los apartamentos no deja lugar a dudas al viajero, quien podrá disfrutar en ellos de un oasis de calma y calidez mediterránea en el que es probablemente el lugar con mas densidad de población del planeta.
Mientras que las tres últimas plantas están ocupadas por tres apartamentos de lujo con sus respectivos vestíbulos, el resto se divide en cuatro de tamaño más reducido.
Fotografías cortesía de Lagranja Design