Alitalia convierte sus salas VIP de Milán y Roma en modernos palacios.
Cualquier sala VIP de un aeródromo se caracteriza por el confort y la calidad extra que ofrecen a los pasajeros. Pero Alitalia ha dado un paso más allá al proporcionar un espacio lleno de “fuertes emociones y una eficiencia intachable”, en palabras del Studio Marco Piva.
Esto se traduce en mostrar más belleza, en convertir las salas en espacios más lujosos y, aunque pueda parecer una contrariedad, hacer sentir al cliente como si estuviera en su casa (una más ostentosa, claro) en lugar de un lugar público y de paso. Es por ello que ahora las dos salas han sido rebautizadas con el nombre de Casa Alitalia.
Dos suntuosos palacetes modernos de estilo italiano con su acceso de entrada, sus zonas de ocio y relax y, por supuesto, los comedores donde poder degustar la afamada gastronomía del país. Al fin y al cabo, los elementos con los que se asocia el estilo de vida italiano, la dolce vita.
El primer elemento que destaca de su diseño es el largo pasillo a través del cual se accede a las casas y el cual conecta dos conceptos tan opuestos como el hogar y… el resto del mundo.
Este conducto refleja la idea y la forma que sigue todo el proyecto. A través de él desaparece el ambiente caótico de los aeropuertos y uno se adentra en un espacio lleno de calma y sofisticación a través de una gran puerta de madera de estilo tradicional que da la bienvenida a los pasajeros.
Ya dentro, de cara a conseguir la atmósfera palaciega, Marco Piva ha abarcado todos los componentes de un proceso constructivo: los volúmenes arquitectónicos, los materiales y la iluminación.
Los huéspedes son recibidos por llamativos mármoles, una muestra de la arquitectura monumental que ofrecen las ciudades de Roma y Milán. Definitivamente, una imagen muy alejada, sobre todo viendo la recepción, de lo que uno espera de un aeropuerto.
Por cierto, el saber hacer italiano con el textil también se nota en las nuevas salas VIP. Los tejidos y los cueros se han trabajado de manera que puedan ofrecer a los clientes internacionales una muestra de la belleza y el estilo transalpino.
Fotografías: Studio Marco Piva