Terra Cotta: ¿Cómo es el estudio de un ceramista vietnamita?
Terra Cotta Studio se caracteriza por su particular forma de cubo de 7m x 7m x 7m. Rodeándolo, se ha dispuesto una estructura de bambú paralela para la desecación de los productos cerámicos.
La piel exterior del edificio está realizada con ladrillos macizos de arcilla, que hacen referencia a los hornos tradicionales vietnamitas y a la cultura Champa, ya que esta zona formó parte de Tra Kieu, la capital de este reino entre los siglos IV y VII.
A la hora de construir la celosía se han dispuesto huecos entre los ladrillos que permiten la circulación de aire entre el exterior y el interior. No se trata de un muro que aísla al artista del entorno, sino que le permite sentir el viento, el frescor del río y el sonido de la naturaleza que le rodea. Al mismo tiempo, esta piel permeable también le aporta cierta privacidad.
El interior se configura a través de una estructura de madera de tres pisos, creada a partir de módulos de 60 cm, que integran estantes para exponer el trabajo de Le Duc Ha, una escalera que conduce a la parte superior, y bancos para sentarse.
A través de los diferentes corredores, los visitantes pueden observar el taller, la orilla del río y el jardín.
El centro del estudio consta de dos plantas. Un torno se sitúa en el piso inferior, en el que trabaja el artista. El edificio permite que éste y sus obras puedan interactuar con la luz del sol, desde el amanecer hasta el crepúsculo.
El espacio permite al público entrar en contacto con él y con su trabajo. Al mismo tiempo se puede sentir el paso del tiempo por el movimiento del sol a través del entramado de cerámica.
En la entreplanta, una gran variedad de sensaciones sacuden a los visitantes: un hueco circular en el centro del forjado permite observar al artista trabajar, y también se pueden contemplar sus obras expuestas así como la belleza de la naturaleza circundante.
Las inundaciones del río también se tomaron en cuenta a la hora de diseñar el edificio. Se instó al artista colocar sus obras y su trabajo sin terminar en los estantes superiores, para permanecer de esta manera a salvo si el río se desborda y fluye al interior del edificio.
Los autores del proyecto han tratado de crear un espacio que contenga, exponga y difunda la emoción del trabajo finalizado o en proceso de este artista. El edificio es un destino para que los amantes de la cerámica puedan compartir y vivir una experiencia total con este material.
Fotografías: © Hiroyuki Oki (Cortesía de v2com)