¿Buscas restaurante en Munich? Ve al Campus de Motel One.
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El restaurante Campus sirve a varios grupos de usuarios diferentes. Está diseñado como un atractivo restaurante y una barra para los huéspedes y visitantes del hotel, mientras que también sirve como un comedor para el personal y la dirección del grupo. Los materiales naturales, las superficies abiertas y con textura traducen la atmósfera y la filosofía de esta cadena en un acogedor restaurante.
El restaurante se extiende hacia arriba, sobre dos plantas. En la entrada desde el vestíbulo encontramos una gran pared de vidrio, de suelo hasta el techo, que supone un gesto de invitación. Las láminas del techo del metal en el vestíbulo continúan en el restaurante, para que el visitante se introduzca ya visualmente en este en el espacio.
En el centro del espacio, imponente y aéreo, hallamos un dosel de lámparas colgantes que se asemejan a las linternas chinas. En él conviven diferentes formas de pantalla, todas realizadas de cartón corrugado; la salida de la luz, a través de sus líneas horizontales, crea un ambiente cálido y muy atractivo. Estas líneas horizontales se reflejan en los postigos de las ventanas, que gracias a su altura amplían las dimensiones de la estancia.
Las linternas chinas, las lamas de persiana y la pared trasera de ladrillo trasera logra conseguir sentirse en una plaza exterior. Respecto a la disposición de las mesas, los clientes pueden elegir entre diferentes tamaños y formas repartidas todo el espacio abierto. Se seleccionaron sillas a juego para cada mesa, dependiendo de la situación de estas y del tipo de conversación a desarrollar.
Una atractiva barra de bar sorprendente como telón de fondo. Aquí se han combinado tres materiales y alturas diferentes, lo que permite su uso multifuncional, ya que debe funcionar para dar servicio de bar y restaurante, así como para el buffet de desayuno del hotel.
Una estufa de leña de azulejos marca la transición a la zona trasera del espacio, mientras que tras el núcleo de madera se esconde la cocina. Aquí los huéspedes se sientan en largas filas de mesas que se sitúan en ángulo recto con dos grandes ventanales que dan a la entrada.
En la zona posterior de lo que ahora es un espacio de una sola planta, la atmósfera cambia. Lámparas de techo bajo, bancos tapizados en piel, revestimientos de madera y frigoríficos de vino dan carácter a esta zona, que sirve como enoteca y bar.
Al nivel superior se accede por una escalera larga y contiene una pequeña sala de estar y dos comedores privados separados. A partir de aquí, un puente conecta el restaurante con la One University, el centro de formación interna de la compañía.
Fotografías de Zooey Braun.