Master Window de Nook Architects: 30 años en la misma casa.
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En estos casos, suele haber una serie de costumbres adquiridas que no se quieren cambiar y otras, sin embargo, que se han transformado profundamente sin que la arquitectura lo haya reflejado. Identificarlas era el primer paso a seguir en este proyecto.
Cuando los propietarios estrenaron el piso en los años 80 eran un matrimonio de profesores, 3 hijas pequeñas y la abuela. Ahora, 30 años más tarde, el matrimonio jubilado vive solo. Por eso tenían claro que, sin variar la configuración general del piso, querían darle un uso mucho más adecuado a su vida actual.
De los 4 dormitorios, el principal debía conservarse con un único acceso directo al baño, eliminando la antigua doble circulación. La habitación más generosa la querían conservar para sus nietos que los visitan a menudo, y las dos habitaciones menores reservarlas para sus espacios de estudio, diferenciados pero comunicados entre sí.
El espacio que requería más cambio era la cocina. Como era habitual en la época, se iluminaba torpemente a través de una galería exterior cubierta con lamas verticales. En ese espacio privilegiado por su ubicación en fachada se ubicaban la caldera, las basuras y el lavadero, y con el paso del tiempo algunos objetos de la casa perecían allí convirtiéndolo en el trastero de la vivienda.
Esto fue lo primero que se quiso remediar; la cocina debía apropiarse de este espacio e integrarlo para conseguir mejorar sus condiciones espaciales y lumínicas. Con un módulo de estantes se mantuvo la discreción del rincón de las frutas y hortalizas procedentes del huerto, que a veces no se quieren tener a la vista.
El segundo aspecto a tener en cuenta fue mejorar la relación de la cocina con el resto de la casa, sobre todo con el comedor contiguo. Así se derribó la pared que antiguamente los dividía, en la que aparecía una tímida ventana pasa platos acompañada por algunos cuadros. Ese límite se convirtió en una franja de muebles bajos de almacenaje con una enorme ventana transparente enfatizada por un marco de madera en voladizo, convirtiéndose así en la ventana principal de la vivienda que enmarca las escenas cotidianas a ambos lados de ella.
También se priorizó en la nueva distribución la colocación de una mesa para los desayunos y meriendas de la pareja.
En los baños la intervención consistió en aumentar la claridad y en equilibrar el tamaño. En el baño de invitados se ganó un espacio para ocultar el almacenaje y agrandar la ducha. En ambos espacios se sustituyó el antiguo azulejo oscuro esmaltado azul cobalto por tonos muy claros y se añadió un amplio frontal de espejo para aumentar su luminosidad.
En el baño principal, con la sustitución de la bañera por una amplia ducha se suprimieron las barreras arquitectónicas.
El resto de la intervención del proyecto consistió en recuperar los suelos de madera y actualizar las carpinterías oscuras por nuevas puertas lacadas en blanco, siempre teniendo en cuenta la funcionalidad y la claridad.
La casa ahora resulta mucho más luminosa: gracias a la apertura de la gran ventana y a los materiales escogidos se gana practicidad, favoreciendo las relaciones entre espacios que estaban muy limitadas en el origen. Pequeños grandes cambios que se adaptan a la nueva realidad de los propietarios.
Fotografías: nieve | Productora Audiovisual