Luz digital para productos bio de pureza natural.
Frank Besinger y Sabine Stempfhuber, sus fundadores tenían claro que la presentación de sus productos tenía que enfatizar sus excelentes características, sobre todo su pureza natural. Por lo tanto, la luz tenía un papel clave: por un lado para garantizar una iluminación equilibrada y funcional de un local de venta, y por otra parte, para escenificar correctamente y de forma auténtica sus productos BIO.
El diseñador de comunicaciones Fabian Lefelmann, que ya desarrolló la imagen de la marca, se ocupó del diseño de la nueva iluminación, optando por luminarias ERCO.
Lefelmann se decidió por 30 proyectores que hacen posible una iluminación precisa, que no deslumbra y que permite una gran flexibilidad por sus lentes intercambiables. Iluminan de modo uniforme las superficies de venta y las zonas de presentación de productos y al mismo tiempo se realzan disposiciones concretas en las estanterías o en las islas de venta.
Había una evidente limitación espacial y el edificio, de mediados del siglo XIX, dejaba escaso margen de maniobra para instalaciones técnicas. Así pues, el diseño compacto y la elevada flexibilidad de los proyectores fueron un acierto.
El espacio es de un diseño discreto; así, los colores de los productos destacan sobre el fondo. La luz de color blanco de los proyectores hace que los colores resplandezcan.
Como contrapunto, se añadieron también luminarias decorativas. En combinación con las estanterías de madera barnizadas y el suelo de carácter rústico, completan el contraste entre la elegancia moderna y el estilo tradicional que preside todo el concepto de diseño del espacio.