El estudio madrileño selgascano se arriesga con el plástico para la 15ª Serpentine Gallery.
© Naaro
Qué debía de ofrecer el pabellón y cual tenía que ser el material que lo definiera, fueron las primeras cuestiones que se plantearon los arquitectos en los preliminares del diseño. Casi inmediatamente, combinando esta situación con intereses más personales, se decidió que el pabellón sería completamente de un solo y único material, y la transparencia su principal característica.
La primera propuesta se realizó únicamente en plexiglás, utilizando el material de manera estructural. Pero las habituales restricciones, en este caso la reglamentación local, el presupuesto limitado, su necesario carácter portátil (el pabellón se desmonta a final de noviembre para trasladarlo al lugar que su comprador, y por ello financiador, decida) … fueron las que definieron verdaderamente el proyecto.
Selgascano también tuvieron muy claro desde el inicio que estaban trabajando en el 15º aniversario del pabellón, en la celebración de lo que se llama bodas de cristal, y éste tenía que ser, sin parecerse a ninguno, una especie de homenaje a todos ellos, a todas las historias contadas en esas arquitecturas.
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En ese momento fue cuando decidieron utilizar todos los trucos, o las herramientas más estrictamente arquitectónicas que se pueden manejar para acentuar el único concepto con que el que les interesaba finalmente trabajar: la experiencia. Decicieron experimentar la arquitectura por medio de sus elementos más habituales y sencillos: estructura, luz, transparencia, sombras, ligereza, forma, sensibilidad, cambio, sorpresa… y sobre todo, los materiales.
El edificio se construyó al final en un sólo material, ETFE, al que se le han aplicado diferentes tratamientos, efectos y acabados.
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Para ello han contado con la colaboración de la empresa de consultoría internacional AECOM, que para lograr la sensación de luminosidad y amplitud requeridas, ha adoptado una innovadora técnica constructiva que minimiza el número de intervenciones estructurales. Cada centímetro de la estructura tiene un propósito sustentante, nada es superfluo, y no hay vigas o pilares que desvirtúen el sentido del espacio y la luz.
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selgascano han tratado de ofrecer en él una vivencia distinta a todos los visitantes que lo recorran, algo que nunca hayan experimentado previamente en ningún otro edificio, pero que al mismo tiempo sea algo que englobe todas y cada una de las experiencias que han tenido anteriormente en otros muchos.
Su esperanza es que estos recuerdos se asocien sobre todo con aquellos relacionados con la naturaleza, porque en su diseño siempre han tenido presente el entorno de Kensington Gardens. Para ellos este complejo objeto forma parte de la naturaleza que allí se da, pero sobre todo crea una nueva naturaleza completamente artificial para rellenar el espacio de la que allí faltaba.
Fotografía de portada: © Iwan Baan
Serpentine Pavilion
Hasta el 18 de octubre de 2015
Kensington Gardens
Londres