Rafael de La Hoz proyecta un contundente prisma para el Espacio Miguel Delibes.
La construcción se levanta sobre una parcela de 6.000 metros cuadrados en la Avenida Pablo Iglesias de Alcobendas, una de las zonas más jóvenes de la ciudad. Es el resultado de la voluntad expresa del promotor de crear un centro abierto y dinámico hasta el punto de condicionar una volumetría singular.
Rafael de La Hoz propone un edificio con tres cuerpos claramente diferenciados entre sí pero totalmente interrelacionados: un cubo acristalado, un volumen macizo de mayor altura y una corona perimetral de proporciones horizontales. Este última se eleva del suelo para crear otro espacio, una nueva plaza de confluencia e intercambio.
El hueco ocasionado por la corona perimetral configura un gran vacío, un amplio patio, en el que se insertan los otros dos volúmenes, dejando entre ellos espacios llenos de aire y de luz. Estos dos patios resultantes tienen caracteres contrapuestos debido a su tamaño, proporciones y orientación.
El primero y de mayores dimensiones, de invierno, ajardinado y bien soleado. El segundo, con vocación vertical, de verano, en sombra.
El volumen central acristalado representa el corazón de la propuesta. En él se albergarán la sala polivalente en planta baja, y el vestíbulo general del edificio junto al área de exposiciones y el área de descanso en planta primera. Su posición centrada en el conjunto entre los dos patios y tangente al volumen perimetral, lo convierten en un cuerpo aislado que gracias a su materialidad cristalina se asemejaría a una enorme linterna nocturna desde el exterior.
En la corona perimetral se distribuyen las aulas y talleres de la Universidad y en el volumen macizo se ubica el Servicio de Atención al Cliente (SAC), la Escuela Internacional de Fotografía, las Salas de profesores y la Dirección.
Cada uno de estos volúmenes tiene un uso y un acceso independientes desde la calle lo que permite que se utilicen en diferentes horarios y de distintas maneras, permitiendo una utilización completamente flexible del complejo.
Fotografías: © Alfonso Quiroga